Netflix acabaría con buena parte de la piratería del cine
Mircoles, 18 Mayo 2011El asunto es clamoroso, tanto que el que no quiera verlo debe ser muy negado. Netflix acapara estos días el 30 por ciento del tráfico online en los Estados Unidos, según acaba de desvelar un estudio de Sandvine, proveedor de servicios de acceso a Internet. La oferta de películas y series también ha impulsado en Norteamérica el peso de las aplicaciones de entretenimiento online, que han pasado del 29,5 por ciento en 2009 al 49,5 por ciento en 2010. Entre otros detalles, Netflix ya genera más consumo que YouTube, y la tendencia va en aumento.
Los operadores de telecomunicaciones ya saben qué servicio saturará buena parte de sus redes y a quién pedir cuentas cuando tengan que invertir en mayor ancho de banda.
Para el que todavía ande perdido, Netflix es el ejemplo vivo de que los internautas estarían dispuestos a pagar por disfrutar de películas en Internet, siempre y cuando el precio sea razonable y sin menoscabo de la calidad. Apuesto que por una tarifa plana de cinco o siete euros al mes, millones de suscriptores se abonarían al servicio para disfrutar cómodamente de los estrenos, series y cine clásico de sus gustos.
Los distribuidores y productores deberían tomar nota en España. El día que comprendan que sus ingresos serán mayores si acceden a este tipo de plataformas ganaremos todos. El año que asuman que el formato físico del DVD es del siglo pasado, también lo celebraremos. También aplaudiremos cuando la industria audiovisual española entienda que la inmensa mayoría de las personas preferimos descargarnos los contenidos legales si existiera un canal cómodo y barato, y sin necesidad de perder tiempo, esfuerzo y molestias en las redes de intercambio de ficheros.
En los próximos meses aterrizará Netflix en los principales países de Latinoamérica y después, presumiblemente, saltará a Asia y Europa. Desgraciadamente, España no aparece en el horizonte por culpa de las mentalidades retrógradas de los responsables de los contenidos y los distribuidores de los mismos. Dicho lo dicho, si existe piratería y pierden dinero, se lo tienen merecido. Recursos a su alcance tienen para impedirlo.