Mumm regresa a la liga de las estrellas
Mircoles, 30 Julio 2008Quizás las presentaciones sobren, porque G.H. Mumm es una de las casas de champagnes más conocidas en el mundo. Entre otras cosas, porque a ningún seguidor de la Fórmula Uno se le escapa que es el famoso Cordon Rouge de Mumm el champagne que se descorcha en todos los podios (aquellos que somos seguidores del vino, más que de los coches, solemos preguntarnos por qué demonios los paladines de la velocidad se echan todo el contenido del mágnum por encima, en vez de bebérselo, con la sed que tendrán…).
Esta permanente presencia en prime time de los televisores de todo el mundo seguramente mucho tendrá que ver con que el dichoso y generosamente derramado Cordon Rouge sea el tercer champagne más vendido del mundo, después del ubicuo Imperial de Moët & Chandon y el fashionable Brut amarillo de Veuve Clicquot.
Pero la historia de G.H. Mumm va mucho más allá del descorche deportivo. Y la calidad también, como he podido comprobar in situ hace unas semanas. La historia es larga (la casa se fundó en 1827, en Reims) y azarosa, con episodios de traiciones en el frente de batalla –durante la Segunda guerra mundial– y varios cambios de propietarios. Justamente, fue uno de los últimos dueños de esta maison (la multinacional Seagram) el que decidió, en 1985, enterrar la cuvée de prestige de Mumm, llamada René Lalou en homenaje a quien fuera presidente de la casa durante medio siglo. Incluso, los desaprensivos ejecutivos de Seagram vendieron la patente y molde de la hermosa botella facetada que caracterizaba a este champagne.
Hoy, con la compañía en manos de otra poderosa multinacional (Pernod Ricard), los responsables de Mumm han decidido recuperar esta añorada cuvée para competir en el la “liga de las estrellas” de los champagnes de prestigio, batiéndose con Krug, La Grande Dame de Veuve Cliquot y el ubicuo, también, Dom Pérignon, entre otras marcas. La cuvée recuperada se llama R. Lalou y está elaborada bajo un concepto distinto al de los otros grandes: se trata de una selección de las mejores uvas procedentes de pequeñas parcelas sitas en los doce Grands Crus propiedad de Mumm: La Croix de Cramant, Les Bionnes, Les Briquettes, Les Houles, Les Hannepés… siempre de una sola añada, que necesariamente debe ser excelente.
En la primera reedición de la cuvée Lalou, de la añada 1998, sólo siete de estas parcelas han dado la calidad exigida: Les Briquettes, Les Bionnes, La Croix de Cramant (todas plantadas con chardonnay) y Les Hannepés, Les Houles, Les Crupots y Les Rochelles (con Pinot Noir). El resultado es un champagne de ensueño, con carácter y cuerpo, potencia y frescura, más adecuado para comer que para disfrutar en el aperitivo. Llegará a España en el próximo mes de octubre. Sirva, pues, este escrito para mantener en guardia a los champanófilos más acérrimos.