Morientes y Soldado debieron ir a la Euro
Martes, 29 Mayo 2012
“Quería ir a la Eurocopa y estoy decepcionado, pero no hundido”. Fernando Morientes avivó su propio debate dos días después de que Camacho anunciase la convocatoria para la Eurocopa de Holanda y Bélgica. Su gol de cabeza en la final de Champions contra el Valencia de ese año 2000 casi le aseguraba un puesto de delantero centro en la lista de Camacho, a expensas de los doce goles ligueros con los que se había reivindicado en el Madrid ante el irreverente Anelka. Pero todas las intuiciones se fueron al traste cuando el seleccionador anunció que la pareja que acompañaría a Raúl sería Isma Urzaiz del Athletic y el eterno Alfonso Pérez Muñoz del Betis. La lista definitiva era competitiva, pero nadie del mundillo, ni jugadores, entrenadores ni aficionados, esperaban la ausencia de Morientes. Él mismo quiso ignorar cualquier comentario incendiario en la rueda de prensa que organizó para explicar su opinión…”La única conclusión que saco es que me voy de vacaciones. No voy a entrar en una depresión, porque la decisión está tomada y aceptada”.
Las reacciones a la ‘escandalosa’ elección de Camacho no se hicieron esperar: el presidente del Real Madrid, Lorenzo Sanz, no entendía como alguien que era “pieza clave de la maquinaria blanca” y que esa misma temporada había sido declarado intransferible no iba a la Eurocopa. Más quisquilloso se mostró el maestro Arrigo Sacchi en la RAI italiana…”No entiendo que un delantero como Morientes, al que pretenden la mitad de los grandes clubes italianos, Roma, Inter y Milan, pueda perderse una cita como la Eurocopa”. Sacchi también intentó empatizar con Camacho…”Morientes ha ganado la Champions y ha marcado un gol en la final. Si yo fuera seleccionador, sería una decisión extraña para mí”. Críticas al margen, la decisión era irreversible porque Camacho había preferido apuntalar el lateral derecho con otro compañero del ‘Moro’, Míchel Salgado, a meter más chispa a la delantera. El resultado fue otra eliminación en cuartos de final, el concurso aciago de Urzaiz, un gol esperanzador de Alfonso y, sobre todo y tal como confesó meses después el seleccionador, la nostalgia por la ausencia de Morientes. Un craso error que no se repitió en el Mundial de Corea y Japón.
Roberto Soldado también pareció disipar cualquier duda cuando se marcó un hat trick en su debut contra Venezuela hace apenas dos meses. Pero su verdadera credencial debían ser los diecisiete goles del campeonato que dieron al Valencia la plaza directa a Champions y las semifinales de Europa League. Sin duda, ha sido su año y todavía con más mérito en un Valencia exento de pasadores sublimes como Mata o Silva. Sin embargo, Negredo, como el estudiante que prepara el examen con un atracón de horas en la víspera, ha convencido a Del Bosque con ocho goles en las últimas nueve jornadas. Lo dijo anoche en El partido de las doce de COPE: “Quiero darle muchos ánimos a Soldado, pero yo también he hecho méritos para estar aquí”. La cruda disyuntiva de Del Bosque ha sido elegir entre dos delanteros del mismo corte, porque aunque siempre arrastre polémica, Fernando Torres tiene un perfil único y exclusivo en esta selección. La conclusión es lógica, aunque injusta.