Hábitos, roles y dudas
Lunes, 9 Septiembre 2013Siempre he defendido que estos cinco primeros encuentros eran una especie de prolongación de los partidos de preparación (afortunadamente, muchos de nuestros rivales también lo han pensado) y que servirían para consolidar hábitos, manifestar dudas, definir roles y preparar al equipo para momentos de más exigencia competitiva.
Como la proporción de las dudas no ha sido exagerada, me atrevo a calificar esta Fase de positiva. Lo cierto es que clasificarnos con una derrota nos deja con margen para equivocarnos, pero no mucho, en algún partido venidero y las sensaciones de los últimos encuentros permiten afirmar que hay automatismos y conceptos que se van mejorando y que el grado de confianza del grupo ha crecido. No debemos despreciar el valor de los últimos partidos de España, cierto es que los rivales han sido endebles pero estaríamos siendo injustos si negáramos que se ha desarrollado un buen juego. La derrota contra Eslovenia merece ser dejada a un lado aunque deja un poso extraño, como siempre ocurre en estos casos, en cuanto a la capacidad de reacción del equipo en momentos adversos.
El manual de Ricky Rubio. En los primeros partidos de preparación tuve la sensación de que Rubio intentaba “competir” con Calderón y Sergio Rodríguez intentando igualar las virtudes de ambos. Eso le colocaba en una posición de inferioridad. En el Eurobasket, Rubio ha tomado la inteligente decisión de marcar la diferencia en los aspectos del juego en los que él es el mejor. La cantidad de balones recuperados, tocados y modificados de Ricky Rubio han contribuido a enriquecer el trabajo defensivo de nuestra selección y favorecer el juego en toda la pista. Al jugador de los Timberwolves le ocurre lo mismo que al equipo, que se suelta en ataque después del éxito en defensa. El rol de Rubio se ha reforzado en esta primera fase y muchos de los mejores minutos de España en el campeonato han sido con el jugador catalán en pista.
Defensa. Más allá de los puntos encajados. España cuenta con unos activos extraordinarios en defensa. La ya mencionada envergadura y actividad de Ricky Rubio, la habilidad de Rudy Fernández y Llull en el lado débil y la intimidación de Marc Gasol (incontables los tiros que ha modificado). Además, con el paso de los partidos crece la sensación de que el equipo es muy consciente de la necesidad de recuperar balones porque se siente imparable en el juego de contraataque y no es ajeno a las dudas que transmite en el juego en igualdad en media pista. Sin embargo, no debemos quedarnos únicamente en el dato de los puntos encajados y señalar que hay momentos donde la responsabilidad en la defensa al jugador con balón no es totalmente asumida y dejamos a muchos jugadores camino libre para atacar el aro contra Marc Gasol. La segunda fase ayudará a resolver esta duda así como la de nuestro balance defensivo, poco exigido hasta ahora por nuestra superioridad y por planteamientos conservadores de los equipos rivales.
El “cuatro”. Ni Claver ni Aguilar se han quitado el enorme interrogante que traían a este Eurobasket. Entiendo que Orenga pruebe minutos con Mumbrú en esa posición pero no deja de ser un mensaje con cierto aroma desolador para el futuro. Eso, o simplemente un ajuste hacia la realidad que se nos avecina. Claver y Aguilar son dos jugadores como los que ha tenido España toda la vida. Buenos, destacados en nuestra competición y con los que piensas que puedes apañarte en Europa. Pero ninguno rompe hacia la excepcionalidad a la que nos han traído alguno de sus compañeros presentes y ausentes. A lo mejor ni siquiera es culpa de ellos sino de lo mal acostumbrados que estamos. Eso sí, visto lo visto con mis pronósticos, podéis apostad por alguno de ellos como MVP del campeonato.