La luna
El clima de España es el sol. El sol hace alegre y empática a España.
-¡Qué clima tan seductor!, admiran los turistas, casi todos.
Yo tengo un amigo inglés que veranea en Águilas. En Águilas el sol sale 360 días al año. Contrastado meteorológicamente.
-Palabra de aguileño – que aseguran los lugareños, sin riesgo de error, a los turistas escépticos
La niebla de España es la política. O la casta política. O los políticos (no todos, claro, hay excepciones).
-El español, si no es político, es encantador, afable, cordial. Si es político, es alérgico.
-¿Alérgico a qué?
-A lo que les pide Felipe VI, todos los años, en su discurso navideño.
-¿Qué pide?
-Consenso, concordia, amor a la unidad de España, sentido común.
-¡Coño! - que diría Cela-. Pedir eso a los políticos españoles es pedirles la Luna.
La Luna, en España, es cosa del fútbol. En el país del sol, el Barça y el Real Madrid, tocan también la Luna por difícil y sublime. El Real Madrid de ZZ ”no convence, pero vence”, parafraseando a don Miguel de Unamuno. Y eso, a los analistas puristas, les encomcora.
-Será a los analistas catalanes.
ZZ es como un talismán. Genera suerte. Y la suerte, que tanto ponderaba Napoleón, es algo misterioso e invisible que existe.
-¡Cómo me gusta esa cortesana llamada suerte!- solía decir don Santiago.
Suerte y talento. Cuando se logra ese enlace, miel de la Alcarria, como miel de la Alcarria futbolística son Modric e Iniesta, “los mejores del mundo”. Eso es tocar también la Luna. Leo en Mundo Deportivo que Modric es el fichaje más deseado por lo socios azulgranas.
-Qué objetivos y qué buen gusto. ¡Qué insólito!
Pues sí. Iniesta, en cambio, haría feliz a la Juve italiana, a pesar de sus 32 años. “No hay nadie en el mundo que pase el balón con tanta inteligencia, tanto instinto y tanta precisión”.
Se va 2016, ay, otro año menos u otro año más, esto depende de que se sea optimista pesimista, y en 2017 seguro que el fútbol - no sé la política- seguirá haciendo “grande, una y admirada” a España.