Euros y Griezmann
Goles y euros: esto es pragmáticamente el ocio/negocio del fútbol
-Y ganar, ganar y volver a ganar.
Sí, inolvidable y querido Luis Aragonés: también eso. El fútbol, de todos modos, es el gozo del gol y el poder del dinero, de igual modo que la democracia es la necesidad del voto y el gozo del poder. El voto, en España, es la carretera que conduce al poder de la Moncloa.
-Yo sigo queriendo echar a Rajoy –insiste tozudamente Pedro Sánchez, el nuevo CR7 o Messi del PSOE.
-Ya quisiera, como político, hacerlo como CR7 y Messi en fútbol.
Pablo Iglesias, como Messi, CR7 y Pedro Sánchez, aspira también a vivir en la Moncloa o cerca de ella, y como tiene muchos y diversos principios (como Groucho Marx), carece de escrúpulos y lo mismo le da “liarse” con el PSOE que con separatistas y el mismísimo Satanás.
-Ganar –rumia con razón- tiene muchos caminos, todos válidos si conducen a la meta deseada
¿Es que piensa así? Según los hechos, sí.
Josep Pla, al que nunca he dejado de leer, decía que la mejor manera de ser catalán era ser español, y que el nacionalismo es un pedo que sólo agrada al que se lo tira. Decía también:
-No me divierte el fútbol, pero debe de ser muy divertido cuando divierte a tanta gente.
Ese, ciertamente, es el secreto del fútbol: divierte. A Griezmann, hasta hace unos días, le encantaba el Atlético de Madid.
-Me gusta Madrid, me gusta el Atlético y me gustan el ambiente del Atlético y de Madrid.
Ha cambiado, al parecer, de parecer.
-Jugar, hacer goles y ganar títulos: esto es lo que me divierte –acaba de declarar en Francia.
Sorpresa, por lo tanto. ¿Sólo eso, o también el dinero? Más que dinero, exactamente, más dinero del que gana en el Atlético, probablemente. El hombre, en su humana ambición, siempre quiere más.
-El mundo lo mueven la curiosidad, la observación y la ambición. Si no fuese así, seríamos todavía prehistóricos. –dijo no sé quién.
Nada que reprocharle a Griezmann. Está en su derecho de querer lo que quiere: la racionalidad es eso, también. No hay que retener a la fuerza a quienes han dejado de querernos por razones tan humanamente comprensibles como ganar más títulos y más dinero. Enrique Cerezo lo dijo, sabiamente, de esta otra manera:
-Los jugadores, al final, juegan donde quieren.
Y, naturalmente, donde pueden ganar más dinero y más títulos.