Sencillamente Iniesta
Admiro la humana lealtad del perro y detesto la inhumana bestialidad del ser humano.
-¡Qué inhumana paradoja!
Lo que no es paradoja, rara vez es humana lealtad. La obra humana de Iniesta, paradójicamente, es él.
-No te vaya, sin ti yo soy menos yo- me cuentan que le ha pedido Messi.
Inista y Messi: ¡vaya binomio!
-Se miran y se entienden. No necesitan decirse nada.
Guardiola, que es como es, amarillista (le gusta lucir ese color en forma de lazo en las solapas de las americanas), es indiscutible que sabe de fútbol.
-No es que yo sea sabio en fútbol – dijo siendo entrenador del Barça-, es que lo intuyo. Iniesta matizó- es feliz como futbolista. Se le nota y yo intuyo ese valor.
Iniesta tiene otra virtud excelsa: gusta a todos como futbolista. Gusta pos su magia, por su forma de resolver las situaciones, por su sentido solidario, por su compañerismo.
-Como él, sólo hay uno como él: él
Chócala, Rexach. Completamente de acuerdo contigo.
-Juego para ser feliz –tiene declarado Iniesta-, no para ganar Balones de Oro.
Y para hacer goles de oro: uno, el que hizo campeón a la selección española en el Mundial de Sudáfrica; otro, el que hizo campeón de Europa al Barça.
Cuando empezó a destacar con el balón, confesó:
- Mi padre me trajo al mundo, es obrero, mi ilusión es que deje de madrugar.
Su otra cualidad excelsa: es “español” por los cuatro puntos cardinales. Juegue donde juegue, todos le aplauden, todos celebran su talento, todos le quieren, vista la camiseta del Barcelona o la de la Selección:
-Yo me debo al fútbol -otra frase suya-, lo que soy se lo debo a él.
Si los cuarenta y sesenta y seis millones de españoles fuésemos como Iniesta, ¡qué país maravilloso seria España, Miquelarena!
Dicen que se va a ir a China. Qué suerte para China. Qué mala suerte para España.