No es no
Mircoles, 12 Octubre 2016Pedro Sánchez ha garapiñado una frase para la historia, para la historia de las citas, a lo mejor incluso para su propia historia en la Historia de la Política: “No es no”. El hombre a veces no es únicamente la sustancia de una frase. Políticamente, ¿qué ha hecho, qué deja para la posteridad, más bien para su posteridad Pedro Sánchez? Nada. Una frase: “No es no”.
-Y que ha pegado, que circula, que se cita.
Ya lo creo. Hay mucho “no es no” entre nosotros los españoles. Vean: si Pedro Sánchez es el “no es no” a Rajoy, Cardenal es el “no es no” a Villar y Villar, el “no es no” a Cardenal.
-España, políticamente, es un país de “no es no”. No a la fiesta nacional de los toros, no al toro de Osborne, no al cristianismo (crece a machas forzadas este no), no a la Fiesta de la Hispanidad…
Democracia. ¿Qué es ser demócrata? Hace años, en la España de Franco, hubo un ministro culto, socarrón y deliciosamente sarcástico, de nombre Pío Cabanillas, bajito físicamente y con una masa encefálica deslumbrantemente alta, ancha.
-La democracia – me dijo una noche, cenando en el desaparecido hotel Mindanao- es amor.
Entorné los ojos y arrugué la frente:
-Amor –continuó- a los que no piensa igual que nosotros, amor a la tolerancia, amor al dialogo. ¿Conoces a alguien así?
Tartamudeé:
-No sé, así, al momento…
Lo de Simeone es “partido a partido”. Lo de Pedro Sánchez, como popularmente sabe todo el mundo, es el consabido “no es no”. Y lo del presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, reitero, es también su “no es no” a Ángel María Villar, del mismo modo que Villar, reitero, es el “no es no” a Cardenal.
-Españoles, vaya.
Más o menos. Demócratas españoles, precisemos. El trío más o menos burocrática y orgánicamente soberano del fútbol lo componen Cardenal, Tebas (presidente de la Liga) y Villar. A Villar lo detestan orgánica y soberanamente, sin disimulo, Cardenal y Tebas, y Villar abomina también soberana y orgánicamente de Tebas y Cardenal. Duro escribir esto, ¿a que sí? Pero es que entre ellos el “no es no” es la cantata que hay.
-¿Por qué?
-Porque no son demócratas, en cuanto que ninguno de los tres ama el “si es sí” al dialogo y a la tolerancia, y también porque entre sí, por lo que sea, no se aman. Amar es el alma de la democracia.
-¿Es por eso por lo que hay tan pocos demócratas en España?
-No digo que no, tampoco que sí.
Ya casi lo dijo Santa Teresa: somos un sí es sí y un no es no nuestra manera de amar y desamar…, democráticamente. A ver si entre los tres, estilo separatista catalán, hieren al fútbol.