Sigue la pugna
Martes, 3 Febrero 2015La cosa, esto es, la pugna sigue, y lo que seguirá, que a los españoles nos va la marcha de la pugna, el enfrentamiento. Lo nuestro, sí, es el “yo más que tú” o “tus razones, si difieren de las mías, no son razones”. O sea: lo de Villar contra Cardenal o lo de éste contra Villar.
-Político es el que hace un problema de una solución.
Aplíquese Cardenal esta irónica máxima de Woody Allen:
Ángel María Villar tiene razones que no entiende el político o jurista Miguel Cardenal, cuyas razones, naturalmente, tampoco entiende el nítidamente hombre de fútbol que es Ángel María Villar desde que lo parió su madre.
-Mi madre, casi, me trajo al mundo con las botas puestas.
No miente Villar cuando eso piensa. A Cardenal lo trajo al mundo su madre con muchos libros ilustres de leyes y auditorias. “La vida es auditaría”, parece que bulle en el cerebro de Cardenal.
-A Villar lo quiere fundir con el látigo de la auditoría.
Y Villar, naturalmente, no se deja. “A mí ése Pilatos no me azota con la fusta de las auditorias. Porque a mí no me asustan las auditorías”. Villar, no se olvide, es de Bilbao, y los de Bilbao, como se sabe, sobre nacer donde les da la gana, son diamantinamente duros.
-¿Está usted seguro de que Villar es de Bilbao?
-Es vasco, qué más da que haya nacido en Bilbao o en Burgos.
Si Cardenal, en lugar de jurista o experto en leyes, fuese político no andaría como anda enzarzado con Villar y de mimos con Tebas. José María de Cossío, autor del imperecedero libro Los Toros, decía:
-La política es un arte. El torero es artista cuando sabe mandar, templar y resolver (no decía matar). El político que no sabe mandar, templar y resolver no es artista, luego no es político.
Cardenal, es obvio, no es político. Y Villar, obvio también, es de Bilbao. Pugna asegurada por lo tanto.
-Alguno tendrá que ceder.
Lo ignoro.
Cardenal (este es el as de bastos que se ha vuelto contra él) no ha hecho nada positivo, progresista o vanguardista por el deporte. Su política ha sido y sigue siendo una política de bastos contra el deporte: tijeretazo a las subvenciones, recortes, auditorías y bastos, también esto, a la violencia, menos mal. Algo es algo, pero este algo, claro, es una migaja de algo.
-Nada menos progresista que la extrema severidad, la tenaz precariedad y la abstinencia de esperanza.
El deporte, con Cardenal, es, ciertamente, menos cardenalicio (nos salvan ellas, tan mágicas, y ellos, tan íberos). De ahí la pugna de Cardenal con Villar y Blanco. Ahí está, a propósito y por ejemplo, Mireia Belmonte “subsistiendo” entre oros y platas (beneficiaria, España) gracias a la Universidad Católica San Antonio (UCAM) , que la ha becado.
-¡La imaginación y la sensibilidad al poder!
Auditorías, sí, dentro de un orden; pero también talento para “saber hacer deporte”.