El K.O de Pedro Sánchez
Lunes, 26 Septiembre 2016Con su ‘padrenuestro’ de ‘partido a partido’, Simeone lleva ganados en el Atlético cinco títulos. Con su ‘credo’ de ‘elección a elección’, Pedro Sánchez, en menos de un año, ha cosechado ya tres derrotas.
-¡Qué pena! – se lamenta una señora- ¡Con lo guapo que es!
-Guapo, sí, señora –le contesto-Pero también guapo con mala suerte. Lo más feo y mastuerzo que hay en política es el rígido e inflexible “no es no”. Eso, más bien, es síntoma de grave avería neuronal, políticamente. Pío Cabanillas, político gallego, en vísperas de unas elecciones, preguntó: “¿Quiénes vamos a ganar esta vez?” Maquiavelo lo habría condecorado.
Política y deporte, como sostengo olímpicamente desde que me emancipé, son artes o maneras de vivir y entretener la vida. Fraga, que era como era, abrupto, me dijo una vez:
-Si no existiera la religión, habría que inventarla. Verdad de Voltaire. Si no existiera el fútbol, habría que inventarlo. Verdad de Fraga.
Cuando los políticos son como Nadal o Marc Márquez -no puedo citarlos a todos-, los países funcionan bien. ¿Quién no votaría a Nadal o a Marc Marquez sin fuesen políticos e hicieran en la cancha o en el circuito de la política lo que hacen con la raqueta o con la moto?
-Algún zoquete. En España, además de gente como Nadal y Marc, hay también zoquetes.
¿Es un zoquete, políticamente, Pedro Sánchez? Pienso, con todo el respeto que me merece el zoquete y “solo guapo” Pedro Sánchez, que sí.
En no recuerdo qué Juegos Olímpicos (he asistido a siete), un boxeador español (vive) perdió por K.O. su pelea.
-¡Qué sorpresa! ¡No puede ser! – exclamamos sorprendimos los periodistas- Si es un genio.
El otro, que no era un genio, el otro que era más bien un zopenco de pezuñas borriqueras, le arreó un par de castañazos de padre, muy señor mío y espíritu satánico y lo envío irremisiblemente a la lona.
-¡Dios, y pensar que iba a ser medalla de oro en su categoría! – deploramos compungidos.
Lo bajaron del cuadrilátero con esfuerzo.
-¡Paso, paso! –gritaban sus ayudantes.
Entré en el vestuario para hacerle una entrevista para TVE. Pedí permiso, claro está, a su entrenador.
-¡Entra, entra, Miguel! Está ‘rehaciéndose’.
Le puse el micrófono delante de la cara. Me miró y dibujo en su todavía sangrantes labios una sonrisa leve, tenue, ida.
-¿Qué tal he estado? – me preguntó él.
-¿Estás bien? – le repliqué.
-¡Claro! He ganado por K.O.
Aborté la entrevista. No la emití . Me lo reprocharon:
-¡Has debido emitirla! –me riñeron.
-Quizá, sí –me justifiqué-. Pero me horroriza la crueldad.
Pedro Sánchez, tres derrotas en menos de un año. ¿Pretende acaso conseguir la cuarta por K.O.?