Pena
Lunes, 27 Junio 2016Qué gran verdad es la verdad de que querer es poder. Italia quiso y pudo.
-Y nos sorprendió.
He ahí, en esa declaración de no menos gran Iniesta, parte de la clave del 0-1. Agregó objetivo:
- En el primer tiempo, jugamos más pendiente de ellos que de nosotros.
Exacto. Ya la víspera del partido, el joven, todavía, y cuco, psicológicamente, seleccionador italiano, Antonio Conte:
-Tenemos mucho respeto a España. Pero no estamos aquí como comparsas. Mi equipo no tiene las individualidades de España, pero mi equipo es un conjunto aguerrido.
Ya lo creo. Borró del campo a España. Suyo, por los cuatro puntos cardinales, fue el primer tiempo. Gritaba e italiano:
-¡A por ellos, a por ellos! ¡Somos mejores!
Y lo fueron. Italia, antes del descanso, fue, sencillamente, un equipo más pugnaz, más rápido, más veloz, más decidido, más armónico, más conjuntado. Así, con esa actitud de búfalo desaforado, sorprendió Italia a la parsimoniosa España. El fútbol de España, ya contra Croacia, asomó la oreja de su exasperante lentitud. Y en esta Copa de Europa, como se está viendo, el fútbol estético –digámoslo así, en nostálgico elogio, merecido, de la selección española- está siendo “sobrepasado” por el fútbol de fuerza física y velocidad.
-Y ahora, ¿qué?
-Ellos, los jugadores a casa o a veranear, más bien a veranear.
-¿Y Del Bosque?
-A veranear, y luego, probablemente, a casa, a no ser que le pidan en siga ejerciendo “en funciones interinas”, cual Rajoy, hasta que Villar le encuentre sustituto.
Yo sé que en política y en fútbol, se olvida y se borra en seguida el pasado. Cuenta, sólo, el instante del presente.
-Hay que vivir el presente, no torturarse con el pasado y no pensar en el futuro.
Pensamiento muy epicúreo.
Del Bosque, de todos modos, ha sido -ya sí, en pasado-, un seleccionador con talento. Y dos títulos áureos: una Copa de Europa y un Mundial.
-Se le recordará también por el desastre del último Mundial y esta frustrada copa de Europa.
-Cierto: de igual modo que a Rajoy, en política, no se le reconoce ya que libró a España de caer en la sima económica y financiera en que cayó Grecia.
Siento la eliminación de España. Como todos. Me ha entristecido su eliminación, como a todos. Pero remover ácidamente lo que pudo ser y no ha podido ser, no me va. ¿Para qué? Hay un hecho indubitable: Italia ha sido mejor y “más”, en todo, que España, y De Gea ha sido el mejor de todos.
-Y cuando el portero es el mejor de todos, es que todos, salvo él, no han estado como él.
Pena, penita, pena.