Phelps: “Me gusta marihuana”, me gusta él…
Lo siento, me gusta Phelps, fume lo que fume, como si se fuma una mazorca de maÃz. Para mà ya hizo lo que tenÃa que hacer, es un héroe olÃmpico de la natación, ganó con ganas y sobradamente. ¿Por qué se va a negar una fumadita de marihuana? Bastante que se esforzó, tiene derecho a un poco de relajación, ¿no es cierto?.
Dicen que puede arriesgar ir a los tribunales. ¿A qué? Pregunto yo. Al único que hay que llevar a los tribunales es al fotógrafo que le sacó la foto aspirando humo, y al que entregó la foto a la prensa, o sea, a los dos chivatones.
Michael Phelps es un modelo de deportista, de persona (no lo conozco, pero se le ve por encima de la trusa: traje de baño para los extranjeros, que el muchacho es mamey), y también, ¿por qué no? de fumador de marihuana. En primer lugar, se la ha ganado bien ganada esa fuma, en segundo lugar, se la habrá pagado con el sudor de sus brazadas. Porque que yo sepa no ha matado ni ha robado a nadie para fumarse la yerba. Por tanto, a los tribunales habrá que llevar a los que roban o matan para emporrarse, que andan el dÃa sin hacer ni timbales, haraganeando o delincuenteando el santo dÃa. Pero a esos, nadie los retrata, no son nada, o sea, no son Michael Phelps, ni han ganado un retongonal de medallas olÃmpicas.
Además, bravo por el muchacho, si esas medallas las ganó emporrado, cuántas más no habrÃa ganado sin emporrarse. Yo, ya saben, de ética de deporte no conozco mucho. En lo que sà soy bastante ’sabida’ es en ética literaria. Y dentro de esa ética, Zinedine Zidane con su cabezazo, y ahora Michael Phelps con su suabanazo, para màconstituyen dos troncos de héroes literarios. Héroes deportistas ya lo eran de sobra, desde hacÃa rato.
Y a los dos chivatones, o uno, de la foto en la que se ve al deportista fumando, ¡a las rejas! Sin contemplaciones.
Fumar mata. Fumar marihuana entretiene, al menos, y dicen que es buena como tratamiento contra el cáncer. Yo no fumo ni bebo, lo hice lo suficiente de joven.
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6 Febrero 2009 a 22:52
Bravo por este articulo. Totalmente de acuerdo, resulta que aqui en los Estados Unidos existe una obsesion siniestra por la perfeccion de los otros. Si alguien se acerca a una cierta perfeccion, no se le permite nunca mas el menor error. Pareciera que la prensa y los que pagan a celebridades porque anuncien sus productos fueran todos del Opus Dei. A vivir como las Stepford Wives, en una burbuja de cristal. Pero solo aplicable a algunos, mientras los censores se cagan constante y copiosamente en la vida de los demas.
GV, New York.