Lecturas veraniegas conflictivas
Lo sé, es un conflicto que tengo, o dos conflictos. Primero: no me acabo de acostumbrar a las vacaciones. Segundo: Durante las vacaciones leo libros difíciles. Nada de lecturas veraniegas facilonas. No es lo mío.
Ahora mismo puedo recomendarles un texto extraño de Robert Musil, titulado: De la Bestialidad, publicado en Francia, no sé si en España se ha editado, pero lo recomiendo arduamente. Robert Musil es un autor que he leído y releído desde la primera juventud, recuerden esas dos maravillosas novelas: Las tribulaciones del joven Törless, que también se llevó al cine de forma espectacular; y El Hombre sin Atributos. Musil es un escritor para aprender a vivir en la literatura, en su interior.
Otro libro para leer durante las vacaciones y no sentirse estafado son los Poemas de Paul Morand, o aquella novela memorable Venecia. Paul Morand es autor crucificado al ser catalogado de “derechas”. Sin embargo, qué inmenso autor. Les ruego, con las manos juntas y todo, que lo lean este verano, les cambiará la vida. Porque él es un autor que enseña a vivir dentro de las palabras y del pensamiento que ellas provocan.
Después, hay un libro demasiado loco de Max Jacob, El cornetín de dados, con un prefacio de Michel Leiris. Es un libro repleto de centauros y de críticos de arte, casi es lo mismo. Gallos, perlas, frases memorables, como buen surrealista. Max Jacob es un ángel, dicen que dijo Picasso cuando los alemanes se lo llevaron, “sabrá cómo salvarse”. Pero Max Jacob no se salvó, no pudo salir volando, murió en un campo de concentración. Uno de sus mejores amigos, Picasso, no hizo ninguna gestión a su favor. Sólo esa frase, que no lo salvó. Tampoco salvó a Picasso, supongo.
Para terminar, les recomiendo algo más ligero, pero no menos interesante. Hemingway en Cuba, del escritor, también francés, Gérard de Cortanze. Ya saben, otro tipo de tribulaciones, las de aquel escritor en medio del mar, pescando aquella aguja bárbara, gigantesca. Un escritor perseverante ese Papa Hemingway, hasta para suicidarse.
¡Espero que tengan buenas e inteligentes lecturas de verano!
Tags: Ernest Hemingway, Gérard de Cortanze, Max Jacob, Pablo Picasso, Paul Morand
12 Julio 2009 a 1:06
[…] Lecturas veraniegas conflictivas. 2009 Julio 11 tags: Zoé Valdés by Zoé Valdés Léalo en Zoé en el metro. […]
12 Julio 2009 a 13:00
No tengo vacaciones por ahora, pero si verano, asi que copio los autores que no conocia.
12 Julio 2009 a 22:06
QUEDAN PENDIENTE ESOS AUTORES
PORQUE ESTOY CON LA CAZADORA DE ASTROS,
TRAFICANTES DE BELLEZA Y MILAGRO EN MIAMI.
14 Julio 2009 a 19:53
Estoy con la cazadora de astros yo tambien. Voy por el inicio , solo treinta pagnas leidas pero me gusta. Acabo de leer, Zoe, el libro de Wendy Guerra, Todos se van. Debo admitir que para ser el primero esta muy bueno. Es un orgullo para mi saber que hay jovenes cubanas que escriben tan bien. Siempre me acordare de Sangre Azul que desgraciadamente se me quedo en casa cuando me fui. No pude abarcar tanto. La rabia tantien me encanto. Un beso y un abrazo . Turandor. NO dejes de escribir sobre las mujeres de los años 20. Va a ser un exito. Suerte y saldud.
19 Julio 2009 a 23:13
Interesantes opciones. También tengo La Cazadora de Astros entre los libros que aun tengo pendientes. Ahora estoy leyendo “La isla de los amores infinitos”, de Daína Chaviano, la otra autora cubana que más admiro. Estoy que no quiero ni que me hablen, porque me ha enganchado de tal manera que creo que no me va a durar ni una semana. No en balde es la novela cubana más traducida de la historia. Estoy de acuerdo con el lector anterior. Qué bueno que haya tantas escritoras cubanas publicando libros tan maravillosos.
20 Julio 2009 a 14:16
irina, la cazadora de astros es una novela que he leído. La isla de los amores infinitos, sin embargo, me parece una copia de cuatro novelas de la Valdés. Café Nostalgia, La eternidad del instante, Te di la vida entera, y Milagro en Miami. Mientras a la Chaviano le han publicado una sola novela, esa, en no sé cuántos idiomas, creo que en 18 ó 20. A la Valdés le han publicado varias novelas en diversos idiomas. No se trata del fenómeno de una novela, se trata de varias. La Valdés ha vendido con Planeta, muchísimo más que la Chaviano. Pero es cierto, tiene usted razón, es muy bueno que se conozcan muchas escritoras, no sólo cubanas. Por cierto, la escritora cubana más traducida creo que es Lydia Cabrera. Pero el éxito no se mide de ese modo. Dulce María Loynaz fue Premio Cervantes. Casualmente este el tema de mi tesis de universidad.
22 Julio 2009 a 4:53
Eugenia, parece que no te has leído la novela de Chaviano. No tiene nada que ver ninguna de esas novelas que mencionas de Valdes. ¿De donde sacaste esa semejanza? Y la Chaviano tiene otras novelas traducidas a otros idiomas. Lo que pasa es que esa tiene el record de estar publicada en más lenguas que ninguna otra novela en la literatura de su país. No sé por qué te pones defensiva. No he atacado a la Valdes. Todo lo contrario. Lee bien mi comentario. Dije que la Chaviano es la “otra” escritora cubana que más admiro. Por cierto, Lydia Cabrera no ha sido traducida a tantos idiomas como las autoras mencionadas.
22 Julio 2009 a 5:33
Ya tengo mi listado de verano, que me llevaré a casa de mi madre en Santiago de Compostela, donde escapo de los calores de Madrid. Por ahora me llevo: La hermana, de Sandor Marai; Las luces de septiembre, de Carlos R. Zafon; Nunca fui primera dama, de Wendy Guerra; Inventario secreto de La Habana, de Abilio Estevez; La viajera, de Karla Suarez; y Seda, de Alessandro Baricco. ¡Ahí tengo bastante lectura! Si me queda tiempo, buscaré algunos de los títulos recomendados aquí. Gracias por las sugerencias.
22 Julio 2009 a 21:45
Irina es la misma Dañina Chaviano, novelista mediocre, éxito de ventas en el comunismo con novelas de marcianos y extraterrestres que todos encontraban un mundo mejor en la URSS. Luego se metió a copiar a la Valdés como una desmelenada. ¿Qué tiene que ver que tenga un libro más traducido que los demás escritores cubanos ? Eso la hace más grande. ¡Puaf
23 Julio 2009 a 3:23
No estoy de acuerdo con Eugenia. La cantidad de obras no es importante, sino la calidad. En Cuba hubo un escritor que escribió muchos libros en los años 60 y 70. Se llamaba Manuel Cofiño y hoy nadie se acuerda de él, ni siquiera en Cuba. En cambio, Juan Rulfo escribió un solo libro que lo hizo inmortal. Así es que SÍ es importante un libro, si éste tiene la calidad y el encanto suficientes.
23 Julio 2009 a 3:26
Ya tengo mi listado de verano, que me llevaré a casa de mi hermana en Santiago de Compostela, donde escapo de los calores de Madrid. Por ahora me llevo: La hermana, de Sandor Marai; Las luces de septiembre, de Carlos R. Zafon; Nunca fui primera dama, de Wendy Guerra; Inventario secreto de La Habana, de Abilio Estevez; La viajera, de Karla Suarez; y Seda, de Alessandro Baricco. ¡Ahí tengo bastante lectura! Si me queda tiempo, buscaré algunos de los títulos recomendados aquí. Gracias por las sugerencias.
23 Julio 2009 a 13:58
Jaranero, que comico eres. Ya quisiera ser yo la chaviano o la valdes por un dia de fiesta. Jajajaja
27 Julio 2009 a 12:22
Otra novela que copió de la Valdés con esa novela tan “traducida”, es Te di la vida entera. Vaya mediocridad medir a un escritor por las traducciones.
10 Agosto 2009 a 15:19
Armando,
con La Nada Cotidiana y con Te di la vida entera, sin contar Café Nostalgia, La eternidad del instante, y Querido primer novio (por cierto, la portada de Flavio Garciandía salió primero en esta novela, que en otras, publicada por Planeta) ya la Valdés podía sentarse cómodamente. Ninguna de las novelas aquí mencionadas están a la altura de la literatura de Zoé Valdés. Con todos mis respetos.