San Sebastián, 24 sep (EFE).- La española María Valverde y la argentina Mercedes Morán interpretan en "Araña" al mismo personaje, Inés, en dos momentos de su vida, y ambas coinciden en que aceptaron el papel por trabajar con el director Andrés Wood y por la complejidad de un tema que sigue suscitando debate en Chile.
"Es un asunto delicado que está tratado con mucha profundidad y una gran humanidad, no me costó lo que quizás más me hubiese costado, que era encontrar las razones de por qué este personaje hizo lo que hizo", explica a Efe Morán.
A Valverde la historia que le propuso Wood le incomodó por la doble cara del personaje, de meterse en la piel de alguien con quien no compartía la ideología. "Me pareció fascinante el hecho de que existiera este grupo y que tuvieran tanta imaginación para inventarse problemas que luego achacan a los demás".
Las dos actrices dan vida a Inés, miembro de Patria y Libertad, una agrupación de extrema derecha que en los años setenta se opuso violentamente al gobierno del izquierdista Salvador Allende, en un filme que es muy fiel a la historia en la parte política y totalmente ficticio en lo que se refiere al triángulo amoroso que se crea, como explica Wood.
Inés comparte ideología con su marido Justo y el mejor amigo de la pareja, Gerardo, y en el pasado cometen unos actos violentos que en el presente en el que se desarrolla la parte de la historia de Morán amenaza el orden de una vida acomodada, al menos para algunos de ellos.
Los saltos en el tiempo llevan al espectador del Chile convulso de 1970 a una actualidad que refleja cómo en la sociedad chilena sigue habiendo una gran división entre partidarios y detractores del dictador Augusto Pinochet, lo que se palpa en la sociedad y en la película, resaltó Wood.
"La película nace por esta sensación de que hay una fibra muy nacionalista que atraviesa Chile entero", señala Wood, que asegura que en su país aún hay mucha gente que defiende la dictadura, muchas personas que rechazan la inmigración que no admiran.
Problemas que tienen su raíz en la época en la que se desarrolla una parte de la película, con grupos radicales violentos que estaban convencidos de que su ideología era la correcta y la defendían a toda costa, como resalta María Valverde.
"Son gente que tienen sus ideales, que son fieles a ellos" y lo interesante son las consecuencias que vuelven a ellos años después.
Una historia que pone la luz en esa gente que quedó impune pese a que cometió muchos delitos, que se refugió en una dictadura que les protegió y que ni siquiera la llegada de la democracia ha logrado hacerles pagar.
"El cine, como tantas otras disciplinas del arte, intenta resolver las cosas que han pasado y que no han terminado de resolverse", señala Morán.
En el caso de su país, el juicio a las Juntas Militares "fue muy sanador", pero en Chile hubo una amnistía que fomentó "la perdurabilidad de ese conservadurismo, de ese justificar lo injustificable", que es el concepto alrededor del que gira "Araña".
"Cuantos más secretos están guardados bajo la alfombra más necesidad de expiarlos hay y eso es una gran fuerte de inspiración" para el cine, reconoce Morán.
Y tapar esos secretos es lo que obsesiona a su personaje, que no quiere que salga a la luz la Inés del pasado, un papel lleno de matices que encantó a la actriz argentina. "No soy muy afecta a las heroínas muy clásicas, me gustan más los personajes con zonas oscuras".
Morán, una de las actrices más prestigiosas de Argentina y que está en San Sebastián también como jurado de la sección oficial, reconoce que tuvo una cierta sensación de "vértigo" cuando fue consciente de que tenía que hacer de chilena.
Pero tanto ella como María Valverde se pusieron en manos de un "coach" para pulir sus acentos y ambas pasaron con nota la gran prueba de fuego que fue el estreno de la película en el país del director. "Superamos las expectativas", reconoce Morán divertida.
Alicia García de Francisco