Si hemos de creer a Alfred Lambremont Webre, la 'exopolítica' arranca el 16 de junio de 1977. Sí, la fecha es exacta porque el mensaje está grabado. El mensaje interestelar: ''Nosotros estamos intentado sobrevivir a nuestro tiempo para poder llegar a vivir el suyo. Esperamos algún día después de haber resuelto los problemas que enfrentamos, unirnos a una comunidad de Civilizaciones Galácticas''.
La grabación, sí, abrió una nueva era intergaláctica -''representa nuestra esperanza, nuestra determinación y nuestra buena voluntad en un imponente e inmenso Universo''- porque fue lanzada al Cosmos, literalmente, a bordo de la nave espacial Voyager por el mismísimo Jimmy Carter, entonces presidente de EE UU.
El Voyager
''De las 200 mil millones de estrellas en la galaxia de la Vía Lactea, algunos -quizás muchos- puede tener planetas habitados y civilizaciones que viajan por el espacio. Si una de estas civilizaciones interceptara al Voyager y pudiera entender su contenido grabado en él, aquí va nuestro mensaje''.
El Voyager, que se supiera, no dio oportunidad a los extraterrestres de prácticar inglés, pero inauguró las ''Relaciones Exteriores Intergalácticas''.
Claro que detrás de Carter, estaba el mismo Webre, que asesora entonces a Carter, y que fue el primer visionario en definir la 'exopolítica': ''El estudio del proceso político y el gobierno en una sociedad interestelar''. La tiene escrita, al igual que el mensaje interplanetario de Carter, en su libro 'Política, gobierno y Ley en el Universo'.
Ahí expone un 'modelo de exopolítica' que propugna que ''vivimos en medio de una sociedad poblada, en evolución, altamente organizada, interplanetaria, intergaláctica y multidimensiona''. Un nuevo punto de vista, mantiene, para entender el siglo XXI: ''Somos un simple planeta aislado en medio de un universo superpoblado''.
Webre, que alcanzó cierta reputación como activista contra la carrera armamentística espacial -es obvio, por otra parte-, estará presente, según se anuncia, en el I Congreso de Exopolitica que se celebra en Europa, en Barcelona entre el 24 y el 25 julio. Confirmados: Nick Pope (ex asesor UFO gobierno británico), Steve Greer (Disclosure Project), Michael Sallas (fundador Exopolitica)...
La Vía Lactea
Ufff... Eso significa, si se confirma, que estará los 'repoker' del movimiento ufo, las deidades de todos aquellos que creen que, como admitía Carter y afirma Nick Pope, ''es probable que compartamos el universo con una miríada de otras formas de vida''. Y que, por supuesto, nos visitan.
El ''por supuesto'' es necesario para entender, por ejemplo, a Pope: ''Se han visto ovnis a lo largo de toda la historia humana. Testigos incluyen oficiales de policía, pilotos e incluso presidentes [supongo que Carter: y los famosos alienígenas invitados al Área 51, entre otros; quizás también el de Roswell]''.
'Disclosure Project'
Para Pope, ''estos hechos no son discutidos'', aunque difiere de Webre y Carter, al seguir a Frank Drake, el primero que usó radiotelescopios para buscar evidencia de vida extraterrestre: ''La Vía Lactea podría contener 10.000 civilizaciones inteligentes tecnológicas''. De momento, se ignora cuántas estarán presentes en Barcelona. Ufff..
Exopolítica. No obstante. Añade Pope: ''Yo predigo confiadamente que es una palabra que estaremos oyendo más y más durante los próximos años. Está relacionada con el estudio de la Humanidad, no solo con los habitantes del planeta Tierra, sino en un contexto más amplio de nuestra posición en un Universo que compartimos con otras civilizaciones''
El reto, según Paul Davids, productor de la película sobre ''Roswell'' es el ''Fin de la niñez'', título de una famosa novela de Arthur C. Clarke, en el que la llegada de otras especies de distantes regiones del espacio marcaron el final de la niñez intelectual de la raza humana y el principio de nuestro primer vislumbre de realidad biológica a escala universal.
Películas, esa es el arma elegida por Steve Greer y su 'Disclosure Project' para convencernos de que los extraterrestres están aquí. No sólo los famosos vídeos que pululan en la red sobre el 'Área 51', sino sus más de 400 testigos de la comunidad de inteligencia, gubernamental y militar, que narran sus experiencias directas, personales, de primera mano con ovnis y extraterrestres.
Greer, sin embargo, es mucho más que otro apologista de la vida extraterrestre. Porque el fundador del 'Disclosure Project' es el mayor activista en la petición de desclasificación y de punto final a los ''proyectos encubiertos o no reconocidos''... Los proyectos gubernamentales en los que el Gobierno de EE UU se está gastando, al menos, entre 40 y 80 billones de dólares al año, según el propio Greer. ''Tecnología que puede cambiar el mundo para siempre'', afirma.
Greer, opositor a la carrera armamentística espacial, no sólo pidió al Congreso y al presidente Bush que permitiera una investigación oficial y una desclasificación del Área 51, sino que lo une a cierto discurso ecologista: ''Específicamente, si se desclasifica la tecnología relacionada con ovnis y vehículos extraterrestres, y se utiliza para fines pacíficos de producción de generación y propulsión, resolvería la amenazadora crisis energética de forma definitiva, terminaría con el calentamiento global para solucionar los retos medioambientales que confronta la Tierra''.
Bush se fue, y llegó Obama. La petición vuelve a estar sobre la mesa. En fin, pero eso ya es otro tema. ¿O no? Exopolítica, quizás en la galaxia interestelar nos puedan ayudar. Quizás en Barcelona. Pero no lo creo.