El presidente de la SGAE, Teddy Bautista, quiere tenerlo todo atado y bien atado de cara a los próximas elecciones en la entidad, que se celebran el 30 de junio.
Por eso, y mientras se multiplican las denuncias por presuntas irregularidades en Arteria, su holding empresarial, ha encargado a su primo, Emilio Cabrera, que se encargue de controlar las cuentas de las obras.
Propietaria de teatros y espacios escénicos por todo el mundo, Arteria tiene comprometida una inversión ya de más de 200 millones en inmuebles con créditos avalados en parte con los derechos de los autores. El problema, según ha denunciado su arquitecto hasta el pasado 11 de mayo, Santiago Fajardo, es que "se han estado inflando los presupuestos sin justificación".
Fajardo explicó ayer que "cuando el primo de Bautista se hizo con el control, se me obligó a firmar partidas presupuestarias al alza en las obras del nuevo auditorio de Sevilla sin darme ninguna explicación".
Bautista, ante el juez
El arquitecto, que se negó a ello y ha presentado una demanda en los tribunales exigiendo el pago de atrasos por más de 2 millones, eludió cuantificar en cuánto se podrían haber inflado los presupuestos del edificio sevillano, que superan en conjunto los 60 millones. No obstante, fuentes próximas a la entidad que gestiona los derechos de autor confirmaron que "el coste final se habría elevado en cerca de 7 millones". ¿Y a dónde ha ido a parar ese dinero? "No tengo ni la menor idea porque las obras no lo requerían", dijo Fajardo. El arquitecto no es el único que está denunciando estas presuntas irregularidades. En la misma línea también se ha pronunciado José Miguel Fernández Sastrón, el candidato de la oposición a la presidencia de la SGAE. "Resulta extraño que Bautista sustituyera a Gerens, la consultora que estaba encargándose de gestionar las obras de Arteria, por su primo, y que ahora todo se controle directamente desde la entidad", ha asegurado. Cabrera forma parte del tercer equipo que toma las riendas de Arteria en el último año.