Cultura

Madrid deja demoler la Casa Guzmán, obra clave de la arquitectura contemporánea en España

Casa Guzmán, construida por Alejandro de la Sota en 1972. Imagen: Fundación Alejandro de la Sota.

La Casa Guzmán, obra maestra del arquitecto Alejandro de la Sota (1913-1996), ha sido demolida con el visto bueno de las Administraciones Públicas en la Comunidad de Madrid. De la Sota fue pionero de la introducción de la arquitectura contemporánea en España, y esta vivienda era una de sus edificaciones más conocidas.

Tras la muerte de su propietario original, Enrique Guzmán -amigo del arquitecto y a quien encargó el diseño y construcción de esta casa-, sus herederos decidieron prescindir de la vivienda tal y como fue concebida y levantar otra en su lugar. La Casa Guzmán ya ha sido demolida y no podrá volver a ser visitada por innumerables arquitectos y estudiantes de Arquitectura que peregrinaban desde distintos puntos del país y de Europa para contemplar este hito arquitectónico situado en Algete.

El decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), José María Ezquiaga, ha instado al Gobierno regional a velar por la protección de la arquitectura contemporánea tras esta demolición.

Ezquiaga ha constatado que lo que pone de manifiesto la desaparición física de la Casa Guzmán es que "el aprecio de la arquitectura contemporánea no se ha incorporado a la cultura ciudadana". En este sentido, ha afirmado que "existe una sensibilidad respecto a la arquitectura histórica, pero no respecto a la contemporánea", lo que invita al COAM a intensificar sus esfuerzos por "hacer una labor pedagógica en la apreciación de la arquitectura".

Esta semana la Fundación Alejandro de la Sota informó de que la Casa Guzmán (1972), construida para Enrique Guzmán en la urbanización Santo Domingo, en Algete, ha sido demolida por "su descendiente" para construir otro edificio.

Alejandro de la Sota, referente "brillante" en Madrid

Ezquiaga, que se ha referido a Alejandro de la Sota como "uno de los mejores y más brillantes exponentes de la Escuela de Madrid", y ha recordado que fue el autor de "muchísimos edificios magníficos", entre los que ha mencionado el Gimnasio del Colegio Maravillas y la Fábrica Clesa, ha señalado que esta vivienda unifamiliar no estaba catalogada.

El decano de los arquitectos de Madrid ha explicado que todos los Ayuntamientos tienen que acompañar sus planes urbanísticos de un catálogo que consiste en un inventario de los bienes arquitectónicos del municipio que por su singularidad merecen su preservación. Sin embargo, el "déficit cultural" de muchos ayuntamientos hace que no incluyan la arquitectura contemporánea, ha apostillado.

Además de apostar por sensibilizar a la sociedad para que sea ella misma la que defienda la arquitectura moderna, Ezquiaga ha hecho un llamamiento a la Comunidad de Madrid para que desarrolle una "labor pedagógica" en los municipios pequeños, recomendando la catalogación de los edificios de valor identificados, y que vele por su protección la hora de aprobar los planes urbanísticos de los municipios.

De hecho, ha pedido que en los casos en los que los municipios no tengan esa sensibilidad de proteger los edificios modernos, la Comunidad los proteja "cautelamermente", a través de su declaración como Bien de Interés Cultural o cualquiera de sus mecanismos.

Durante la reunión del máximo órgano del PSOE entre congresos el exdirigente de Izquierda Socialista José Antonio Pérez Tapias había presentado una propuesta de calendario alternativo, lo que ha obligado a la mesa del Comité Federal a preguntar si había votos en contra de las fechas sugeridas por la Gestora.

Han sido finalmente cinco miembros del Comité Federal los que se han mostrado en contra del calendario de mayo y junio, por lo que éste ha sido aprobado. Una reunión de este órgano prevista para abril hará la convocatoria oficial de primarias y Congreso.

Por su parte, el portavoz de PROCOAM, Fernando Landecho, ha defendido que "las administraciones tienen que facilitar la conservación de la arquitectura valiosa, mediante líneas especiales de exenciones tributarias, facilidades a la conservación incluso posibilidades de permutas".

"La protección del patrimonio arquitectónico del S. XX es un problema que debe abordarse con seriedad y urgencia, tanto por parte de las administraciones autonómicas y locales como por parte de los Colegios de Arquitectos", ha afirmado Landecho.

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