"Desastre absoluto", no cabe otra calificación, según los expertos, para el trabajo de 'restauración' que ha llevado una vecina muy dispuesta de tres tallas religiosas del siglo XV que se conservaban en la Ermita de Tineo, en Rañadoiro pequeña localidad de Asturias en la que apenas hay 16 personas censadas.
Asturias ya tiene su particular 'Ecce Homo' y de nuevo la autoría de la "aberración" es una vecina del propio Rañadoiro, Marisa Menéndez, que tenía "permiso del párroco", asegura al periódico El Comercio.

La propia vecina, estanquera del cercano municipio de La Espina, se ha defendido asegurando al citado periódico que ella no es "una profesional" y que "simplemente las figuras estaban horrorosas" y su intención era la de "ponerlas mejor". Desde luego el resultado no se corresponde con las expectativas de una restauración profesional pero Marisa asegura que lo hizo con buena intención y que el resultado "en el pueblo ha gustado".
Santa Ana, patrona de la localidad, con un rabillo del ojo que recuerda a Amy Winehouse y los labios color quizá un tanto excesivo para una figura religiosa. La Virgen con el pelo verdoso sostiene a un Niño Jesús que parece un juguete con un aire incluso robótico. Completa el trío de despropósitos, una talla de San Pedro algo estrábico. Del estilo románico queda prácticamente nada y ese es el "crimen artístico" de Tineo,

Su trabajo para los expertos es una "aberración" y creen que no se podrán salvar porque se han utilizado materiales como los de "pintar casas o muebles. Se lamentan de que se han estropeado "unas tallas de gran valor, salidas de talleres locales en el siglo XV". La última restauración de las tallas tuvo lugar en 2003 y el encargado fue Suárez Saro que ante esta 'renovación' lamentan que "ni la técnica ni los colores tienen nada que ver con los originales". El restaurador asegura que las tallas se encontraban en un estado de conservación "deplorable y cercadas por la carcoma". Se salvaron gracias a una subvención de 1.500 euros del Gobierno asturiano. Suárez Saro exige "que se pidan responsabilidades tanto a quien lo hizo como a quien le dio permiso".
El pueblo propuso y el párroco consintió
Los 16 habitantes de la pequeña localidad de Rañadoiro, en el concejo de Tineo, propusieron al párroco la necesidad de arreglar la ermita y las tallas. El párroco dio su consentimiento y Marisa fue la única que se ofreció. Sus vecinos la defienden y aunque "los colores son algo chillones" aseguran que las tallas estaban fatal "y ahora están guapas".

Además, Marisa lo costeó todo y "ha trabajado más de un año a ratitos" porque aseguran que hubo de darles varias capas y "la madera estaba oscura y sin forma". Además el párroco, Arturo García, famoso por sus incursiones en la política, que fue suspendido 'a divinis' por la Iglesia durante tres años -por presentarse a las elecciones de 2011 por el Partido Democrático y Constitucional (PDyC)- "quedó contento".
Algunos expertos creen que esta 'restauración' podría ser irreversible porque parece que se "han empleado pinturas tipo 'tintalux' que dañan la madera". Pese a todo, no es la primera vez que las buenas intenciones vecinales se topan con las tallas de la ermita de Tineo, ya en 2003 cuando se las restauró de manera profesional encontraron hasta ocho capas de pintura de las 'restauraciones' sufridas por las figuras a lo largo de 6 siglos.