Cultura

Mordzinski, de la pasión por las letras a dar imagen a los mejores literatos

Zaragoza, 31 oct (EFE).- Antes de los 20 años ya habían sido chequeados por su objetivo dos de los más grandes de la literatura iberoamericana, los argentinos Jorge Luis Borges y Julio Cortazar. Ambos, y hasta más de 200 rostros, conforman en el IAACC Pablo Serrano de Zaragoza "Objetivo Mordzinski", una muestra antológica de uno de los retratistas de escritores más influyentes del mundo.

Por la cámara de Daniel Mordzinski (Buenos Aires, 1960) han pasado en estos cuarenta años de trayectoria fotográfica los mejores literatos de la historia reciente como Borges, Cortázar, Gabriel García Márquez, Camilo José Cela, Rafael Alberti o los más próximos como Mario Vargas Llosa, Elena Poniatowska, Ida Vitale o Fernando Aramburu, entre los varios centenares que han sido escrutados por su ojo.

La muestra organizada por Acción Cultural Española ha sido inaugurada por el propio Daniel Mordzinski junto al director general de Cultura y Patrimonio, Nacho Escuín, y el director de Programación de Acción Cultural Española, Santiago Herrero, que se podrá visitar en el IAACC Pablo Serrano hasta el próximo 10 de marzo de 2019.

Esta muestra, tal y como se presenta en Zaragoza, es la primera vez que puede verse en España, aunque ya ha pasado por Iberoamérica y también hubo una pequeña exposición en el Instituto Francés de Madrid, ha explicado Herrero, quien ha anticipado que desde Acción Cultural Española se quiere que itinere por otras ciudades.

Se trata de un recorrido por la literatura iberoamericana contemporánea a través de sus máximos valedores, en el que muchas de las imágenes que se pueden contemplar son inéditas o de nueva producción, y van desde los primeros retratos que Mordzinski tomó de Jorge Luis Borges, Camilo José Cela o Julio Cortázar hasta las imágenes de autores aragoneses como Javier Tomeo, Soledad Puértolas, Ignacio Martínez de Pisón, Antón Castro, Manuel Vilas o Sergio del Molino, con un especial homenaje a Félix Romeo.

Mordzinski ha dejado claro que los obras que forman parte de la exposición son una selección, y por tanto, "parcial, incompleta, arbitraria y poco exhaustiva". "Pero solo el que se anima y hace una selección hace cosas", ha apostillado en un encuentro con medios de comunicación.

"Las cartografías de la literatura, como en un juego de espejos de Borges, son infinitas. Me siento muy a gusto en esta colección de mariposas que gracias al Gobierno de Aragón, al Museo Pablo Serrano y a Acción Cultural Española logramos ponerle alas", ha comentado.

También ha recordado que fue un mes de octubre de hace 40 años, "tal vez hoy", cuando retrató "al poeta ciego" (Borges) en el que fue su primer encuentro con un escritor en su ciudad natal, Buenos Aires.

Sobre la presencia de un rincón dedicado a diferentes personajes aragoneses, desde narradores a poetas, pasando por libreros o bibliófilos, sobresale Félix Romeo, que fue "el gran valedor de la literatura aragonesa, que unió a todos e hizo que todas las generaciones conviviéramos y nos entediéramos muy bien", según Nacho Escuín, al que el fotógrafo le ha puntualizado que es "el corazón y el pulmón de la exposición".

"Generosidad es la palabra clave y va para los escritores que he retratado durante 40 años", ha insistido el bonaerense, a la vez que ha revelado que las imágenes que ha conseguido de los escritores han sido consecuencia de sacarlos de "su pose acartonada y de sus lugares comunes" y proponerles una imagen que "tenga mucho que ver con lo que ellos escriben".

"A pesar de esta solemnidad, soy un tipo que tiene mucho humor, y creo que eso se ve en las fotos", ha añadido.

Mordzinski ha desvelado su "secreto infalible" para conseguir el nivel de complicidad que ha logrado para captar las imágenes de todos ellos, pues "un gran escritor con muchas traducciones puede decir que no a un colega, pero difícilmente le dirá que no a un lector".

Sobre las decepciones que ha podido provocarle alguno de los escritores ha preferido no pronunciarse, porque "prefiero hablar de las bellísimas cosas que me ha regalado la vida y los encuentros con los escritores son las que merecen la pena contar, narrar y compartir".

Aunque Borges fue el primero que retrató, para Mordzinski el que le abrió todas las puertas fue Cortazar cuando iba a hacer su primera exposición en París, antes de cumplir los 20 años, y le invitó dejándole un mensaje en el contestador automático: "Hola Julio, me llamo Daniel, no soy nadie y nunca hice nada; pero mañana inauguro mi primera exposición... te dejo la dirección". Apareció en la sala.

De aquellas primeras fotografías suyas, "inspiradas en la buena fotografía mexicana, documental, comprometida y social", ha reconocido que "lo hacía pésimo".

"No es que reniegue de mis textos de juventud, pero hoy veo esas fotos y digo 'guau', pero era yo", ha asegurado.

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