A priori, el cuadro de Ante Cacic parte con algo de ventaja sobre Turquía y República Checa, pero no deberá relajarse, y el ejemplo más reciente lo tiene en la fase de clasificación, en la que esquivó la repesca en la última jornada del grupo H y en la que tuvo que sobrevivir a un cambio de seleccionador ante los malos resultados iniciales que acabaron en la destitución de Niko Kovac. Con jugadores de sobrada calidad y experiencia del centro de campo en adelante y una defensa fiable (solo una derrota y 5 tantos encajados en la previa a pesar de todo), además, tiene la opción de vengarse de España, que la eliminó en la pasada edición de la Euro en el último partido de la fase de grupos. Igualar el mejor resultado de la selección en una Eurocopa (los cuartos) parece el objetivo de una selección que, no obstante, por entidad e individualidades es capaz de dar una sorpresa a cualquiera del tren de los grandes favoritos. La frescura de un grupo joven y que no pierde la ambición será el estandarte de esta Croacia que no renuncia a nada y que si se lo propone puede ser una de las grandes outsiders de la competición.