La polémica entorno al fichaje de Antoine Griezmann por el Barcelona sigue dando que hablar. Tras su presentación sobre el césped del Camp Nou en el trofeo Joan Gamper, El Mundo se ha encargado de notificar que el Atlético de Madrid tendría en su poder un correo en el que se reconocería que hubo negociaciones entre el jugador y el club culé antes del 1 de julio. De ser cierto, el cuadro colchonero tendría la prueba idónea para justificar los 80 millones de euros que reclama al Barcelona, una vez que estos pagaron por el francés la cláusula de 120 millones y no la de 200 que deberían haber abonado de haber un acuerdo antes del 30 de junio.
El consejero delegado del Atlético, Miguel Ángel Gil Marín tendría en su poder un correo electrónico a través del cuál reclamar al Barça otros 80 millones en concepto del traspaso de Griezmann. Así lo reconoce el citado medio, según fuentes de ambos clubes, y este habría llegado a las oficinas del Wanda Metropolitano por un intermediario en la operación.
Este habría sido la persona que filtró el contenido al Atleti, una vez que se quedó fuera de las comisiones por el movimiento. Todo se habría dado después de que en marzo, el abogado del galo, Sevan Karian, enviase un email a la representante y hermana de Griezmann, Maud, y al padre, Alain, en el que detallaba las condiciones en las que se iba a dar la llegada del '17' al Camp Nou y qué comisiones tenía que haber por medio.
Así Karian, tras convencer al Barcelona de que debía hacer el fichaje (pese a las reticencias iniciales de Bartomeu por lo que había pasado el año pasado) logró acordar que el club blaugrana depositaría 120 millones de euros, y no 200, además de un salario de 17 millones iniciales para el futbolista. Las condiciones que se habían pactado en 2018 y por las que el Barça se lanzó a la operación ante la dificultad de contratar a Neymar y Salah.
Además, en dicho correo se exponían el dinero a cobrar por un intermediario desconocido. La última clave y la que se rompió, una vez que éste fue descartado de la operación. De esta forma, una vez que esta persona se sintió "traicionada" por el modo de abordar la cláusula de rescisión, habría sido según el periódico quien hizo llegar el mail a Gil Marín.
La prueba concisa para el Atlético de que hubo un pacto ya en marzo, cuando el francés decidió abandonar el club rojiblanco. Además, de ponerla en contacto la entidad madrileña con LaLiga o la FIFA, supondría un grave problema para el cuadro azulgrana pues podría enfrentarse a una multa económica cercana a los 80 millones que se reclaman y una sanción deportiva de no poder inscribir jugadores durante una ventana de fichajes.