Todos los focos del fútbol apuntan hacia la Champions League, cuya fase de grupos empieza este martes y abre más de ocho meses de pelea por el trono del Viejo Continente, en posesión del Liverpool pero con un amplio abanico de candidatos dispuestos a suceder a los de Jürgen Klopp.
Los 'reds', ya sea por su condición de vigente campeón o por un plantel consolidado y de élite, son el rival a batir. La escuadra inglesa, que no ha retocado su equipo, sigue siendo temible por su tridente ofensivo (Sadio Mané, Mohamed Salah y Roberto Firmino) y un bloque férreo, de autor. Una obra maestra de Klopp que junta talento arriba, argamasa en el centro del campo con grandes recursos como Fabinho, Jordan Henderson o Georgino Wijnaldum y dos de los mejores jugadores defensivos del planeta: Virgil van Dijk (mejor jugador del año de la UEFA y aspirante a Balón de Oro y The Best) y Alisson Becker.
Uno de los grandes escollos para un doblete del Liverpool está en la isla británica. Es el Manchester City de un Pep Guardiola que el año pasado se quedó a las puertas de la final de Madrid y que aparece reforzada con Rodri Hernández para potenciar la idea de fútbol del entrenador catalán. Con el español como único capaz de cambiar de alterar el once de la 18/19 y Leroy Sané lesionado de gravedad, el City sigue confiando en los Kevin de Bruyne, Raheem Sterling, Kun Agüero o Bernardo Silva para quitarse de una vez por todas el sambenito de equipo perdedor en la gran cita europea.
En España también compraten territorio dos favoritos claros. Un Barcelona con ganas de revancha tras la humillación en Anfield entrará en escena con las incoporaciones de Frenkie de Jong y Antoine Griezmann para reforzar una plantilla que ya lucahaba por todas las competiciones. En la nueva intentona de Leo Messi por conseguir la 'Orejona', el argentino estará acompañado por otros teloneros como Luis Suárez, Gerard Piqué o Marc-André ter Stegen. Un plantel diseñado para dar miedo y para llegar (y ganar) la final de Estambul.

Al otro lado del puente aéreo, un Real Madrid de dos caras que, a pesar de los fichajes de verano presenta un equipo que recuerda demasiado al que se estrelló la pasada temporada. El reto para los de Zinedine Zidane es recuperar la corona perdida con una escuadra bajo sospecha y refuerzos más destinados al banquillo que al once titular. Solo Eden Hazard se perfila como la gran novedad de un once que tendrá viejos conocidos como Sergio Ramos, Karim Benzema, Luka Modric o Thibaut Courtois y que, no obstante, intentará hacer gala de su célebre idilio con la competición.
La Juventus será otro hueso duro de roer. La entidad italiana ha movido ficha este verano haciéndose con uno de los defensas de mayor futuro (Matthijs de Ligt) y reforzando el bloque con adquisiciones rentables como las de Adrien Rabiot o Aaron Ramsey. A Cristiano y el resto de la vieja guardia turinesa les acompaña un recurso inesperado, un Gonzalo Higuaín que, de la mano de Maurizio Sarri, ha recuperado importancia en un equipo que ahora querrá más trato con la pelota...y reconquistar el trono que perdió hace 23 años y que el año anterior no pudo conseguir tras una sorprendente derrota ante el irreverente Ajax.
El PSG completa la nómina de los elegidos. En un verano marcado por la fallida marcha de Neymar al Barcelona, el club parisino deberá lidiar con esa patata caliente después de reforzar y enriquecer su plantilla con las llegadas de Keylor Navas, Mauro Icardi, Pablo Sarabia, Idrissa Gueye y Ánder Herrera. El objetivo, superar esa tendencia a fallar en las rondas clave y armonizar el talento en ataque con el resto del equipo.
Unos 'outsiders' de lujo
Si algo enseñó al aficionado la Champions 18/19 es que, con el balón de por medio, puede pasar de todo. El ejemplo perfecto fue la epopeya del Ajax, que se quedó sin final en el último minuto con un gol de Lucas Moura que encumbró a un Tottenham milagrero que hizo lo mismo en cuartos con el City gracias a Fernando Llorente y a un VAR salvador. Por eso, aunque los seis equipos anteriores parecen los claros favoritos, otros cuatro aparecen como 'outsiders'. Ninguno de ellos con un pedigrí aparentemente tan bajo como los holandeses, pero en todo un caso un peldaño por debajo de los gigantes.
El Tottenham, actual subcampeón, pertenece a este grupo. El cuadro que entrena Mauricio Pochettino ha fichado tras un año en blanco y, con Tanguy Ndombélé y Giovani Lo Celso, ha aumentado el fondo de armario de un equipo que sigue liderado por Harry Kane, Heung-min Son y Christian Eriksen. Un equipo que promete lucha, competitividad y que tiene los mimbres suficientes para ganar a cualquiera.
Como el Bayern de Múnich, que en el verano de las marchas de Arjen Robben y Franck Ribery se ha quedado a medias en su revolución. Han llegado Benjamin Pavard, Philippe Coutinho, Lucas Hernández (fichaje más caro de la historia de la Bundesliga) e Ivan Perisic, pero el conjunto de Niko Kovac se ha quedado a medias y Robert Lewandowski parece demasiado solo en ataque. El resto, fiarse a una mejor versión de los habituales como Manuel Neuer, Thomas Müller, Thiago, Javi Martínez o Kingsley Coman.

En esta nómina también está un Atlético de Madrid que aparece mermado por el obligado proceso de revolución al que se ha visto sometido este verano tras las bajas de Antoine Griezmann, Rodri Hernández, Diego Godín, Juanfran o Filipe. Han llegado piezas nuevas, el fenómeno Joao Felix y muchos jugadores a los que adoctrinar en la filosofía del 'Cholo' Simeone. Un trabajo demasiado exigente para compaginarlo con la primera Champions de la historia del club, pero que desde luego aún suena factible atendiendo a los precedentes de los últimos años de la guerrillera entidad rojiblanca.
Junto a los colchoneros, y para cerrar esta lista de pretendientes, un equipo que el curso pasado ya les puso en problemas: un Borussia Dortmund que estuvo a punto de ganarle la Bundesliga al Bayern y que se ha movido especialmente bien en este mercado de fichajes con las adquisiciones de Mats Hummels, Thorgan Hazard, Julian Brandt y Paco Alcácer, que se unen a los Marco Reus, Jadon Sancho, Axel Witsel o Mario Götze. Con un estilo de que juego que combina presión y velocidad en ataque, los de Lucien Favre también se sienten capaces de soñar tan alto como para aspirar, al igual que llegó a hacerlo el Ajax, al máximo trofeo de equipos del mundo del balompié.