El Real Madrid se ha colocado líder en solitario de LaLiga tras su victoria ante Osasuna. Un triunfo que consolida la mejoría blanca, una semana después de que las críticas se echasen sobre el equipo y Zinedine Zidane por la derrota contra el PSG. Desde entonces, dos encuentros mostrando una solidez defensiva y un trabajo colectivo que se añoraban desde hace meses en el Bernabéu.
"Creemos en lo que hacemos y con tranquilidad y trabajo se consiguen muchas cosas. Ni antes éramos tan malos, ni ahora somos tan buenos. Hay que seguir en esta dinámica con intensidad y agresividad", manifestó el técnico francés en una rueda de prensa donde se le volvió a ver la sonrisa que le acompañó durante su primera etapa de blanco.
No es para menos, a las puertas del derbi ante el Atlético de Madrid, el cuadro merengue tendrá una prueba de fuego pero llega en su mejor momento y con ganas de dar un golpe encima de la mesa para demostrar que puede aspirar a todo. "Estamos contentos, pero ya hay que descansar y pensar en el siguiente encuentro", remarcó Zidane sobre la victoria ante Osasuna.
Un cambio de ánimo que ha llegado en apenas siete días y que ha convertido a un equipo perdido, en un bloque unido donde incluso ocho cambios en el once no alteran la dinámica de trabajo. "No creo que las criticas hayan creado reacción. Todo llega a su tiempo y ser líder no significa nada. Vamos a tener momentos complicados durante la temporada", avisó Zidane por lo que está por venir.
De momento, un conjunto que llega líder de LaLiga tras seis jornadas al segundo duelo importante que se presenta en esta competición. El primero fue en el Sánchez Pizjuán y ya supuso un golpe sobre la mesa y este podría significar un puñetazo aún mayor. Mientras tanto, Zidane no esconde que tras el Atlético y el Metropolitano, habrá que pensar en el siguiente partido y ese será de Champions, con otra final anticipada. Día a día y sin ser ni tan malos, ni tan buenos y bajo el lema de la constancia del trabajo.