España ya tiene su sexta Copa Davis (2000, 2004, 2008, 2009, 2011 y 2019), primera con el nuevo formato, tras la victoria ante Canadá por 2-0 en la final. Primero fue Roberto Bautista, con su triunfo ante Auger en dos sets, y después Rafa Nadal, que como era de esperar no falló ante el mejor tenista canadiense, Denis Shapovalov, también en dos mangas. El equipo capitaneado por Sergi Bruguera finaliza una semana fantástica en la que ha ganado todas sus eliminatorias y además ha sido el único combinado en el que todos sus jugadores han participado.
Al contrario que el resto de las eliminatorias, el partido decisivo fue el que enfrentó a Don Rafael Nadal Parera y a Denis Shapovalov. Ya no había que depender del dobles y todo quedaba en manos del mejor tenista del momento y mejor deportista español de todos los tiempos. El balear, arropado por una Caja Mágica llena hasta los topes, fue muy superior a su rival desde el inicio, bordeando el break en todo momento y sin perder un solo servicio.
Rafa buscó la rotura desde el principio y la tercera bola de break a su favor fue la decisiva. El español se colocó 2-4 y rompió la resistencia del canadiense, que no logró meterle mano a un Rafa en estado de gracia. Doce errores no forzados frente a los dos del balear hasta ese momento. Y además con un nivel de confianza en su saque que siempre superaba las ganas de Shapovalov por lograr la rotura. Con 3-5, Rafa no falló con su servicio y cerró el primer set con 3-6. Ya solo quedaba uno para ganar la Davis.
El inicio del segundo set fue por momentos un calco del primero. Nadal siguió mostrándose muy seguro con su saque y siempre rozando el break. Por su parte, Shapovalov no veía más que un muro de hormigón al que era imposible sobrepasar. Tuvo la rotura el canadiense, pero Rafa se rehízo e igualó a tres juegos, arengando a la Caja Mágica en uno de sus innumerables saltos de alegría. Shapovalov fue de menos a más y se aseguró el tie-break tras ganar su saque y poner el 6-5. Rafa tampoco falló y el set se decidiría en la muerte súbita.
Era el momento de la verdad. El canadiense golpeó primero, pero Rafa llegó a igualar a tres. Tras un ace, el español tuvo su primera bola de partido, pero con todo a favor regaló el punto a su rival, que poco después tuvo su oportunidad para ganar el set. Nadal tiró de épica y le dio la vuelta para volver a disfrutar de otra bola de partido. Más que de partido, de campeonato. Y esta vez no falló para ganar su octavo partido seguido en seis días y mantener su idilio con la Copa Davis al lograr su 31ª victoria de manera consecutiva.

Bautista lo hizo todo más fácil
Roberto Bautista no podía fallar y esta vez el equipo liderado por Sergi Bruguera arrancó una eliminatoria con ventaja. El castellonense, número nueve del mundo, era a priori favorito, ya que enfrente estaba un jovencísimo Félix Auger-Aliassime de tan solo 19 años y que todavía no había debutado en la Copa Davis. Y más aún al hacerlo en una final. Más complicado aún para el canadiense.
Aún así, Auger arrancó con fuerza y se mostró muy sólido con su servicio, no dando prácticamente ninguna opción de break a Bautista. Era el español el que tuvo algún problema, sobre todo con su saque en el 4-3, pero tras el deuce lo pudo solventar. El primer set llegó hasta el tie-break, donde esta vez Rober estuvo de maravilla y así borra de la cabeza la losa de su primer encuentro de esta competición ante Rublev.
Esto encendió a la Caja Mágica, algo tímida en el comienzo de la final. Con la moral por las nubes, Bautista empezó el segundo set como una moto y rápidamente se puso 0-3, aunque el canadiense no quiso ser menos y puso 2-3 con saque. Bautista tiró de coraje y le devolvió el break para poner el 5-2, definitivo ya para el canadiense.