Brasil se coronó el domingo campeón del Mundial de fútbol-playa que se disputó en Dubai, al derrotar a la selección suiza por 10 a 5, y suma así su cuarto título mundial en la disciplina.
El equipo europeo, que llegó a la final tras un recorrido casi sin tropiezos (una sola derrota contra Brasil) se vio arrollado por la 'auriverde', en un encuentro en que los suizos no pudieron en ningún momento reducir la ventaja.
Los brasileños dominaron el encuentro desde el principio y en el primer tiempo consiguieron una ventaja de 4 a 1, a pesar de un juego helvético más constante. André abrió el marcador en el minuto 5 con una chilena, y en apenas tres minutos, los brasileños consiguieron colocar dos más (uno de Betinho, en el 8, y otro de Buru, diez segundos después). Mo logró el primer tanto para Suiza (3-1), pero poco antes del final del primer tiempo el brasileño Daniel volvió a marcar (4-1).
En la segunda parte, la 'Seleçao' continuó con su dominio del partido y Buru marcó su segundo tanto del día en el 14 (5-1), gracias a un tiro libre directo. Benjamín marcó el sexto en el minuto 17 (6-1), antes de que André (22) y Betinho (23) sumarán el séptimo y el octavo para la 'auriverde'
Los suizos parecieron despertarse por fin en el minuto 30, con un gol de Meier. Pero el brasileño Sidney volvió a marcar para Brasil (31), antes de ser inmediatamente contrarrestado con un tanto del suizo Rodrigues, que puso el marcador 9 a 3. Schirinzi, en el 33, y Stankovic, en el 35, marcaron los últimos goles para Suiza, antes de que Bueno sentenciara el partido en el minuto 35 (10-5).
En el partido por el tercer puesto, Portugal derrotó a Uruguay por 14 goles a 7 y consiguió así la medalla de bronce del campeonato. Gracias a un Madjer en plena forma, autor de siete de los catorce goles, Portugal logró derrotar a Uruguay, que le había ganado en la fase grupos. Pero a la 'celeste' le faltó energía el domingo y los portugueses llegaron al descanso con una ventaja de 4-1 en el marcador.
Pampero volvió a marcar para los uruguayos al principio de una segunda parte bastante movida, con varios balones que acabaron en los postes pero que terminó con diez goles anotados en sólo 12 minutos.
El partido marcó además un nuevo récord histórico, el del encuentro con más goles de la historia del Mundial de fútbol-playa.
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