Navata (Girona), 12 ago (EFE).- El hotel Torremirona de la localidad gerundense de Navata, ubicado junto a un campo de golf y, por lo tanto, con vocación deportiva, se ha especializado en pretemporadas de equipos de fútbol de elite como el Villarreal u otros de países como Francia, Suecia, Bielorrusia, Holanda o Suiza.
Actualmente, el Barcelona B, el conjunto en el que se prepara a las futuras estrellas azulgrana, se encuentra en estas instalaciones y, a finales de mes, llegará la selección de los Emiratos Árabes.
El Torremirona se ha convertido así en destino de equipos de primer nivel, gracias en buena parte al "boca-oreja de los futbolistas y técnicos", asegura el director del hotel, Yassine Bouallala.
Bouallala explica a EFE que el objetivo es "desestacionalizar" la campaña turística y darle vida a su establecimiento la mayor parte del año, aunque subraya que creen "en la parte deportiva" y que la desarrollan tanto en el ámbito del fútbol como en el de otras disciplinas.
La implicación es tal que el director del Torremirona manifiesta que directivos y empleados celebran los éxitos de los equipos a los que acogen, "porque si les va bien es señal de que, desde aquí, algo se ha podido contribuir".
El cuidado a estos clubes es integral e, incluso, se intenta que entren en relación con la naturaleza, patrimonio y gastronomía de la zona.
Ubicado en la comarca del Alt Empordà entre la Costa Brava y los Pirineos, la meteorología es propicia para las pretemporadas como lo confirma que el Villarreal ha vuelto este verano después de probar la experiencia.
"Les proporcionamos espacios que van de un centro deportivo a salas polivalentes donde depositar el material, recibir masajes o, en algunos casos, trabajar la musculación, pero nos vamos dotando de cosas que nos piden, porque hay que escuchar al consumidor", señala Yassine Bouallala.
Entre esas adquisiciones que se van incorporando, Bouallala cita "muñecos, conos o máquinas de diferente tipo" con el objetivo de que los equipos se ahorren transporte de cargamento y disfruten de unas instalaciones y gastronomía adaptadas a sus necesidades.
Así, el equipo de cocina del hotel se reúne con el responsable de nutrición de las plantillas y elabora las dietas que se le plantea, un elemento principal de la preparación.
El campo de fútbol del Torremirona es de medidas oficiales, césped natural y cuenta con zonas de hierba paralelas para calentamiento o estiramientos.
"Cuando acaban los entrenamientos, los jugadores se encuentran con fruta natural cortada y baños de hielo para recuperarse, al tiempo que se les gestiona a su gusto la presencia de aficionados en función cada día de si quieren ejercitarse a puerta cerrada o no", indica el director.
La plantilla de empleados del hotel apenas alcanza la treintena de años y esa juventud hace que los futbolistas se muevan con mayor comodidad entre un personal que se sitúa en su franja de edad en muchos casos.
Por Torremirona han pasado recientemente equipos franceses como el Amiens o el Auxerre, así como una referencia del fútbol femenino europeo como es el Twente holandés.
El Halmstads sueco, el Bate Borisov bielorruso o el SC YF Juventus de Suiza son otros de los clubes que han utilizado estas instalaciones.
"Estamos en un área propicia", concluye el director del hotel, que también acoge a practicantes de cicloturismo, motociclismo o, hace unos meses, al USAP de rugby, que después de su paso por Navata consolidó su ascenso a la máxima división de su país.