Las Finales de la ATP 2018 dejaron el nombre de Alexander Zverev como gran campeón a los 21 años y casi 7 meses. Una precocidad que rara surge en un deporte tan igualado como el tenis situándole ya en el club de los más grandes. Con el título de 'maestro', el alemán ya acumula diez trofeos ATP, además de haber sido número 3 del mundo, algo que no consiguió Roger Federer y que solo superan en los últimos años Rafa Nadal y Novak Djokovic. Los tres, dominadores absolutos de la última década, son los grandes objetivos de 'Sascha' para convertirse en rey durante 2019.
El fin del 'big four' que forman los tres con Andy Murray ha sido siempre una gran preocupación en el circuito ATP ante el carente relevo generacional. Salvo pequeños momentos (Del Potro, Cilic o Dimitrov), nadie ha podido hacer sombra a los cuatro colosos que se han llevado 54 de los 62 Grand Slams que se han disputado desde Wimbledon 2003 (primer grande de Federer).
Pero ahora la figura de Zverev, en constante crecimiento desde 2015 cuando terminó como 81º del mundo con 18 años, hace cuestionar hasta donde llegará el potencial del alemán que fue número 3 en noviembre de 2017 y ha acabado como 4 en 2018 además de ser el tenista con más victorias en todo el año.
Los Másters 1000 de Roma 2017, Canadá 2017 y Madrid 2018 se suman a otros dos ATP 500 y cuatro ATP 250 en su palmarés profesional que hasta ahora cuenta con el 66% de victorias (175 triunfos y 89 derrotas). Datos por encima de Federer y Murray a su edad (seis títulos ATP y 64% y ocho trofeos y 70% de partidos ganados, respectivamente) y que supera por poco Djokovic (11 trofeos y 70%), aunque Nadal es sin duda algo inaudito a una edad tan temprana (23 títulos y 79%).
Solo los Grand Slams se resisten para Zverev, hasta ahora su mejor resultados es cuartofinalista en Roland Garros 2018, pero esto le beneficia mucho para su asalto a los tres primeros puestos de la clasificación durante la siguiente temporada. Si mejora en los cuatro 'grandes' el alemán tendrá las puertas abiertas del club de los mejores y para ser un digno sucesor de su compatriota Boris Becker o de su entrenador Ivan Lendl.