Sergio Ramos, capitán del Real Madrid y de la selección española de fútbol, habría incumplido dos veces en el último año y medio el código antidopaje, según rezan los documentos filtrados por Football Leaks y publicados en Der Spiegel, que forma parte del consorcio de información EIC. El club blanco ha reaccionado con rapidez publicando un comunicado en el que niega todo lo publicado.
La publicación alemana informa de dos hechos que habrían significado el incumplimiento de los códigos de la agencia española antidopaje (AEPSAD) y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) en abril de 2018 y el junio de 2017, éste justo al término de la final de la Champions League 16/17 ante la Juventus en Cardiff.
El primero de ellos responde al 3 de junio en el Millenium Stadium de Cardiff, tras la final de Champions ganada por el Real Madrid a la Juventus. En un examen de orina, a Sergio Ramos se le detectaron trazas de dexametasona (antiinflamatoria y que puede provocar un aumento de la concentración y de la euforia), un preparado de cortisona que figura en la lista de sustancias prohibidas de la AMA y cuyo uso solo se permite antes de la competición y mediante el aviso pertinente a las autoridades antidopaje. Este aviso no consta en los registros.
Esto se habría debido, según la versión del Real Madrid, a que el médico habría escrito otra sustancia diferente en el informe para la UEFA, betametasona, también prohibida. El club descargó la responsabilidad en el médico, que aseguró que había pinchado dexametasona dos veces al jugador, en una rodilla y en un hombro, pero escribiendo el nombre de la otra. Lo atribuyó a la "euforia" del momento, ya que este informe se elaboró después de la consecución de la Champions. La UEFA archivó el caso dando por válidas las explicaciones del galeno y el club blanco.
El caso posterior se dio en el partido de Liga del 15 de abril contra el Málaga en La Rosaleda. A la finalización del encuentro, un inspector de la AEPSAD solicitó una muestra de orina del jugador para hacerle un control y el jugador se duchó antes de hacerla, incluso tras las advertencias de dicho trabajador por las posibles consecuencias, ignorando que ello contraviene el reglamento, que establece que es una "obstrucción de parte de los procedimientos de control de dopaje".
Consultada por Der Spiegel, AEPSAD aseguró que el jugador no infringió ninguna regla, pero Football Leaks habría accedido a una carta dirigda al club por parte de la propia AEPSAD que habría causado una gran preocupación a la entidad de Concha Espina.
El tenso entrenamiento del 1 de febrero de 2017
Football Leaks y Der Spiegel también dejan constancia de un incidente del Real Madrid y la UEFA a raíz de un control antidopaje sorpresa del 1 de febrero de 2017 en el que varios médicos del club blanco llegaron a sacar sangre a los jugadores seleccionados en lugar del personal de la UEFA después de un tenso incidente que comenzó con una queja de Cristiano por considerarse siempre el predilecto para estas pruebas.
En esa fecha, la UEFA acudió por sorpresa al entrenamiento del Real Madrid para sacar pruebas de sangre a diez jugadores. Uno de ellos fue Cristiano Ronaldo, que protestó porque, en su opinión, siempre era uno de los elegidos para ser sometido a estos análisis. Tras prestarse a ello junto a Toni Kroos, y alcanzando la situación una alta tensión, fueron los propios médicos del Real Madrid los que obtuvieron las muestras de sangre de los ocho restantes.
El personal de la UEFA, y posteriormente el organismo, transigieron con esta actuación. Los métodos de procedimiento establecen que los médicos de UEFA deben hacer sus extracciones de manera independiente y sin interferencias, pero en su informe explican que lo aceptaron "de manera excepcional".
La UEFA pidió su versión al Real Madrid, que respondió con un informe en el que aseguraba que el motivo del enfado de Cristiano era que se le pinchó dos veces con la aguja y que los médicos no encontraban la vena para extraer sangre, razón por la que protestó. El club incidió en que los profesionales que viajaron a Madrid para los análisis eran nuevos, pero las reglas antidopaje cifran en tres los intentos válidos para intentar buscar una vena para realizar las pruebas. El organismo cerró el caso.