El del 3 de diciembre no ha sido un día cualquiera en el mundo del fútbol. Tras diez años de tiranía compartida entre Leo Messi y Cristiano Ronaldo, Luka Modric ha roto el duopolio del argentino y el portugués en el Balón de Oro para ser el primer jugador que gana el título individual más codiciado del deporte rey en una década.
El croata se ha hecho con el galardón sucediendo a su excompañero en el Real Madrid, Cristiano, y rompiendo una racha de cinco títulos del luso y de Leo Messi. Queda lejano ese 2007 en el que Kaká ganó el último premio antes de que dos de los mejores jugadores de la historia comenzasen su particular reinado.
Modric, que ya recibió el 'The Best' (imponiéndose a Cristiano y Mohamed Salah), también fue reconocido por la IFFHS (Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol) como mejor jugador de 2018 y pondrá un excepcional broche a un año prácticamente inolvidable: campeón de la Champions, donde fue elegido mejor jugador, subcampeón del Mundial, del que fue Balón de Oro y mejor jugador de Europa, según la UEFA.
Tanto en el Real Madrid como con Croacia, el desempeño del '10' ha sido clave. Con los blancos, ejerciendo en la medular junto a Casemiro y Toni Kroos, la labor del balcánico en la creación de juego sostuvo a su club en un recorrido complicado en Champions, con actuaciones de calidad en duelos ante rivales de gran nivel como fueron PSG, Juventus, Bayern de Múnich y Liverpool. El croata, que solo se perdió dos partidos por lesión, fue titular el resto de partidos y una pieza fundamental en la ronda de eliminatorias.
Con su selección, más de lo mismo. Capitán de Croacia y un recurso insustituible para Zlatko Dalic, tuvo un papel fundamental en el sufrido camino de los balcánicos para pasar a la final, con prórrogas ante Dinamarca, Rusia e Inglaterra, y fue uno de los jugadores que más desgaste tuvo por la cita de Rusia, en la que disputó 694 minutos.
Con esta distinción, Modric se convierte en el jugador de mayor edad (33 años, dos meses y 24 días) que gana un Balón de Oro en 55 años, superando a Fabio Cannavaro por unos días y siendo el futbolista más longevo en conseguirlo desde que Lev Yashin, en 1963, lo ganase con 34 años. Además, es el cuarto futbolista de mayor edad en ganarlo, por detrás de Stanley Matthews (en 1956, con 41 años), el propio Yahsin y Alfredo di Stefano (en 1959, con 33 años y medio).