La WTA ha publicado una serie de medidas destinadas a favorecer el reingreso de las tenistas que hayan tenido un embarazo y asegurar que esta condición no las deje en un plano de desigualdad respecto al resto de deportistas del circuito. La Asociación Femenina de Tenis, a través de una circular, ha anunciado la implantación de un ranking congelado para que las jugadores puedan entrar en los torneos, así como el uso de leggins o pantalones de compresión.
Mediante un cambio de regla, la WTA permitirá a las jugadoras usar su ranking anterior para usarlo durante tras el nacimiento de sus hijos y hijas. La organización lo mantendrá hasta un máximo de tres años una vez se haya producido el alumbramiento y establece dos divisiones: si la baja es de entre seis meses y un año, la tenista podrá usar este ranking en ocho torneos dentro de una misma temporada, mientras que si la baja es superior al año podrá usarlo en 12 torneos.
Anteriormente, el número máximo de torneos que se daba a estas tenistas para usar este ranking era de ocho, y el ranking tan solo podía hacerse efectivo una vez (es decir, un embarazo), lo que ahora se dobla.
Esta medida también se aplicará a las tenistas que sufran enfermedades de larga duración, así como a las que deciden tener un hijo o hija mediante gestación suborgada o adopción. En estos casos, el plazo para usar el ranking congelado será de dos años.
El mantenimiento de ranking permite a las jugadoras poder jugar partidos de primera ronda, aunque no las habilitará para ser cabezas de serie. Eso sí, les evita cruzarse con estas cabezas de serie en el primer duelo de los torneos, eliminando así uno de los obstáculos a los que se enfrentaban las jugadoras que habían pasado por la maternidad en su vuelta a las pistas.
La 'medida Serena'
Además, la WTA ha establecido que los leggings y los pantalones cortos de compresión se pueden usar con o sin falda, pantalones cortos, o vestido. El organismo, que aclara que "no tenía una regla que prohibiera explícitamente que un jugador usara leggings sin falda", sale al paso en esta materia después de la polémica creada a partir del atuendo de Serena Williams en Roland Garros 2018.
En uno de los Grand Slam de la temporada, la tenista estadounidense (que volvió a las pistas en enero de 2018 tras ser madre y sufrir diferentes problemas de salud) recibió fuertes críticas por jugar en París con unos leggins que le ayudaban a evitar coágulos sanguíneos derivados del parto.