Tras una nueva derrota en Liga, la segunda en el Santiago Bernabéu este curso (la tercera en casa si se suman otras competiciones), el Real Madrid se dejó ante la Real Sociedad otra porción más de credibilidad y se sumergió otra vez en la crisis de juego y resultados que ya se llevó por delante a Julen Lopetegui como entrenador. Al término del partido, Luka Modric fue muy crítico con el plantel y expuso los factores que explican el estancamiento del equipo blanco.
El croata renunció a hablar del árbitro y del VAR (como sí hicieron Emilio Butragueño, Santiago Solari y Sergo Ramos) eximió a su entrenador de las responsabilidades y empezó a repartir culpas entre los miembros del vestuario: "El balón no entra y antes sí. Tenemos que ser más contundentes delante del portero".
Lo que denuncia el Balón de Oro se sustenta en datos. El Real Madrid tiene 30 puntos, su marca más baja de las últimas 19 ligas (las del siglo XXI) con 18 partidos jugador. También tiene, a estas alturas de competición, su peor registro goleador, con 26 goles, y el segundo peor en defensa, con 23 tantos encajados por los 26 del curso 08-09. Quinto en Liga, en este tramo de la competición solo estuvo peor en una ocasión en lo que va de siglo: sexto en la temporada 05-06, donde también tenía 30 puntos, pero con una mejor diferencia de goles.
Tras la marcha de Cristiano Ronaldo el pasado verano, el Real Madrid acusa su ausencia. Karim Benzema es su máximo goleador en Liga, con siete dianas. Tras él, Sergio Ramos y Gareth Bale, con cuatro cada uno. Los tre sfutbolistas, más Marcelo (dos) son los únicos que han marcado más de un tanto en la competición. Los datos, tal y como apunta Modric, son muy negativos. "El míster no puede meter los goles", decía el '10'.
Modric también habló "concentración a principio del partido y unidad en el campo". Los dos últimos partidos ligueros en Liga le avalan: ante Real Sociedad y Villarreal, el Real Madrid encajó goles en los cinco minutos iniciales. Y en todo el curso, el equipo blanco ha recibido siete tantos en el primer cuarto de hora sumando todas las competiciones.
La falta de concentración de la escuadra madridista en los primeros compases le ha penalizado. Se vio el pasado domingo en acciones como la de Casemiro, concediendo un penalti aprentemente innecesario. Actitudes como la de Lucas Vázquez, siempre poniendo el ejemplo más reciente, expulsado tras varias señales de sobreexcitación, restan a la plantilla de Santiago Solari.
Junto a esto, otro más de los 'dardos' de Modric: "Hay muchos jugadores que no están rindiendo a su mejor nivel, yo el primero". El croata no ha llegado al estado de forma alcanzado a finales del pasado curso, pero no es el único. Marcelo está señalado por su escaso rendimiendo defensivo y su pérdida de prestaciones en ataque. Gareth Bale intercala decepciones y lesiones. Se le pide más a Marco Asensio. Isco, aislado con Solari, no sale del ostracismo y de su bache de juego. Lucas Vázquez no aporta soluciones en ataque. Varane, antaño fiable, tampoco ha regresado bien del Mundial. Dani Ceballos ha ido desapareciendo de las alineaciones. Pocos jugadores parecen salvarse de la quema: Thibaut Courtois, Karim Benzema y un Vinicius que se reivindicó ante la Real Sociedad.
Con dudas acerca del diseño de la plantilla tras un verano con expectativas muy altas en cuanto a fichajes, y con la certeza de que no habrá demasiadas modificaciones hasta el próximo verano, el Real Madrid ya ha gastado una bala, la del cambio de entrenador. Solari, que no ha dado con la tecla y mantiene una versión muy conservadora de un equipo que, de repente, se ha quedado sin ideas, es uno de los actores con su pertinente dosis de responsabilidad. Luka Modric apunta al resto.