La derrota del Real Madrid ante la Real Sociedad deja a los blancos fuera de los puestos Champions en Liga y más cerca de sumergirse en una nueva crisis que se uniría a la que significó el fin de Julen Lopetegui como entrenador. Una situación complicada que dejó una fuerte resaca en Valdebebas.
Tras el pitido final de Martínez Munuera en el Santiago Bernabéu, se movió la maquinaria de la entidad madridista, que tenía planificado con antelación el anuncio de la llegada de Brahim, escasa zanahoria tras el palo ante los realistas. Con el eco del nuevo fichaje blanco, los esfuerzos se centraron en la polémica con el arbitraje del partido y el papel de VAR, que no entró en una polémica jugada en la que Gero Rulli podría haber cometido un penalti sobre Vinicius cuando el marcador iba 0-1 para la Real Sociedad.
Según informa la prensa madrileña (El Mundo, Marca, o As lo llevan en sus ediciones), Florentino Pérez telefoneó a Luis Rubiales con la intención de pedir explicaciones acerca de una jugada que no gustó nada en el club, lo que se tradujo en quejas de Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales, y Sergio Ramos, capitán de la escuadra, al término del partido.
La respuesta del presidente de la RFEF a su homólogo en el Real Madrid fue clara: reconoció que el VAR cometió un error al no avisar a Martínez Munuera de que revisara la acción de la polémica. En ningún caso se criticó la labor del árbitro principal y el tono de la conversación no tuvo tensión. Horas después, la televisión oficial del club exponía una imagen de Martínez Munuera en la sala del VAR, celebrando un acierto de la tecnología que supuso un tanto del Eibar al Real Madrid en el 3-0 que los vascos endosaron hace varias semanas a los de Solari.
Lo que pasó más tarde en Valdebebas fue una continuación de lo que se vio en una zona mixta por la que pasó Luka Modric lanzando varias críticas al conjunto: los jugadores mantuvieron una reunión con Solari y después sin él para reflexionar sobre los errores cometidos, realizar autocrítica y hacer un llamamiento a la unión, el trabajo y el sacrificio en un momento deportivo difícil.
A kilómetros de la ciudad deportiva blanca, y después de este doble cónclave, Florentino presentaba a Brahim en en el Santiago Bernabéu. Tras las palabras de rigor al nuevo fichaje, el presidente blanco recordaba los títulos recientes con la derrota contra la Real Sociedad aún caliente, y avisaba en el contexto de preocupación sobre la marcha del equipo: "Somos muy conscientes de que este tiempo de conquistas y triunfos también viene acompañado de dificultades y de momentos deportivos difíciles".
La Copa del Rey aparece en el horizonte como el primer intento de mejora de los de Solari, al que se le han visto las costuras en el club. El argentino taponó la herida creada originada en la etapa de Lopetegui, pero ésta corre un serio riesgo de abrirse de nuevo. Falta concentración, juego, confianza, gol...demasiadas variantes para un club que siempre debe aspirar a todo y que ya tiene al líder de la Liga, el Barcelona, a diez puntos.
El broche del lunes fue la lesión de Toni Kroos, que por culpa de una rotura muscular estará fuera de juego unas tres semanas. El alemán no podrá ser de la partida ante el Leganés en Copa y contra Betis y Sevilla en Liga. El último coletazo de una dura resaca para el Real Madrid.