
El Real Madrid se llevó los tres puntos del Ciutat de València ante un buen Levante gracias a dos goles de penalti. El primero, transformado por Karim Benzema, no admitió excusas tras la revisión del VAR, pero el segundo, transformado por Gareth Bale, sí estuvo rodeado de polémica.
En el minuto 76 de encuentro, y tras un rechace en el área del Levante en una jugada a balón parado, Cheick Doukouré fue a despejar el balón ante la llegada de Casemiro. El jugador granota fue al choque con mucha contundencia, lanzando una patada que no impactó a la pelota y que pasó muy cerca de la pierna del '14' madridista. El árbitro, Iglesias Villanueva, pitó penalti.
Sin embargo, y ante la protesta generalizada del Levante y las dudas sobre la acción, el colegiado esperó a la revisión del VAR. Los árbitros encargados del videoarbitraje, al observar dudas en las repeticiones, decidieron no entrar en la decisión del primer trencilla, sujeta a interpretación. Tampoco se instó a que Iglesias Villanueva revisara la jugada el monitor del estadio.
La polémica jugada fue protestada por los jugadores del Levante. Paco López, su entrenador, hablaba claro en rueda de prensa: "Los errores no son a conciencia, pero las imágenes hablan solas".