Once años son muchos sin ganar un título. Todo ese tiempo es el que ha estado el Valencia sin darse un homenaje. Los de Marcelino han roto todos los pronósticos y han dejado al Barcelona, a priori máximo favorito, sin su quinta Copa del Rey de manera consecutiva, algo que habría sido histórico. De esta forma, los chés cierran la temporada a lo grande coronando de la mejor forma su Centenario.
El equipo de Ernesto Valverde, en cambio, cierra el curso de la peor manera posible, perdiendo dos títulos (Champions y Copa) que tenía en su mano hace unas semanas. Una campeonato nacional de liga que va a saber a poco, muy poco, para los jugadores y aficionados blaugranas. Messi estuvo de nuevo muy solo en el ataque.
La final de Copa comenzó como se esperaba: el Barcelona dominando la posesión y el Valencia esperando atrás para salir rápido a la contra con sus delanteros. Y le salió la jugada a la perfección a Marcelino, que desde muy pronto empezó a inquietar la portería de Cillessen. Primero con un disparo de Rodrigo, tras superar al portero, que sacó Piqué sobre la línea de cal cuando ya se cantaba el gol en las gradas del Benito Villamarín.
La segunda llegada del Valencia fue definitiva. Precisamente en una jugada, la primera de los chés, de forma elaborada. Guedes dejó el espacio a Gayá, al que no le siguió Sergi Roberto, y el centro atrás del lateral le llegó a Gameiro, que con toda la tranquilidad del mundo recortó a Alba y su disparo desde la frontal se coló por la escuadra. Primer zarpazo de los de Marcelino ante un Barça que no supo reaccionar.
La posesión inerte del Barcelona no sorprendió al Valencia, que demostró por qué es uno de los mejores equipos defensivos del campeonato. Messi apenas recibió con espacios y la ausencia de un delantero como Suárez también favoreció a los centrales valencianistas, siempre vencedores en sus duelos aéreos. En una jugada directa, esta vez más al estilo Marcelino, llegó el segundo, obra de Rodrigo, que cabeceó un buen centro de Soler desde la derecha. El canterano dejó retratado por velocidad a todo un Jordi Alba.

El Barça reaccionó tarde y por medio de Messi, como no, pudo acortar distancias antes de la primera parte. El argentino se sacó un latigazo desde la frontal del área que despejó Jaume en la mejor parada del partido. El portero, segundos después, también desvió un disparo de Rakitic, este algo más mordido. Estas dos acciones fueron clave para mantener una importante renta de dos goles al descanso. Otro gallo hubiera cantado si los blaugranas hubieran marcado.
Un nuevo partido tras el descanso
Valverde movió ficha tras el descanso y retiró a Semedo y Arthur para dar entrada a Malcom y Vidal. No le quedaba otra que ir al ataque. Sus chicos subieron la intensidad y un par de marchas que el Valencia no pudo igualar. Era el momento del Barcelona, que no supo rematar las jugadas. Primero Messi con un lanzamiento al palo tras una jugada descomunal y luego Piqué con un disparo sin oposición desde dentro del área.
Minutos antes se lesionó Parejo tras el lanzamiento de una falta. El de Coslada se resbaló y tuvo que pedir el cambio. Baja sensible para los de Marcelino, pero de repente emergió la figura de Coquelin, un pulmón en el centro del campo que tuvo que multiplicarse porque Kondogbia, recién recuperado de una lesión de duración, no pudo estar a la altura de una final.
A falta de quince para la conclusión y antes del último parón para el tiempo de refrigeración, llegó el gol de Messi. El argentino aprovechó el mal despeje de Jaume al cabezazo imperial de Lenglet para anotar a placer y poner la final al rojo vivo. El Barcelona no quería perder su corona de la Copa que ya duraba cuatro años.
Los últimos diez minutos fueron frenéticos. Piqué se fijó entre los centrales valencianistas y actuó como hombre de referencia en el área para intentar rematar todos los centros de Malcom desde la derecha. El Valencia defendió con todos salvo Guedes y con un Coquelin empeñado en morir con las botas puestas. El francés estuvo soberbio robando tres balones para dar oxígeno a sus compañeros, uno de ellos a Messi antes de intentar el disparo.
El Valencia pudo cerrar el marcador, pero Guedes no estuvo nada fino. Primero con todo el campo por delante en un mano a mano que erró ante Cillessen, y luego con un disparo lejano que, sin portero, se marchó rozando el palo. Eran los segundos finales y Undiano, en su último partido como árbitro, pitó el final que provocó el éxtasis de los jugadores y aficionados chés. Once años después, el Valencia vuelve a sonreir.
FICHA TÉCNICA
FC BARCELONA: Cillessen; Semedo (Malcom, min. 46), Piqué, Lenglet, Jordi Alba; Busquets, Rakitic (Aleñá, min. 77), Arthur (Arturo Vidal, min. 46); Sergi Roberto, Messi y Coutinho.
VALENCIA CF: Doménech; Wass, Garay, Gabriel Paulista, Gayà; Soler, Parejo (Kondogbia, min. 65), Coquelin, Guedes; Gameiro (Piccini, min. 72) y Rodrigo (Diakhaby, min. 88).
Goles:
0-1, min. 22: Gameiro.
0-2, min. 33: Rodrigo.
1-2, min. 73: Messi.
Árbitro: Undiano Mallenco (C. Navarro). Amonestó con tarjeta amarilla a Busquets (min. 61) y Arturo Vidal (min. 89) en el FC Barcelona, y a Gayà (min. 54) y Kondogbia (min.70) en el Valencia CF.
Estadio: Benito Villamarín (Sevilla), 53.698 espectadores.