El Real Madrid le quiere, Zinedine Zidane suspira por él y el propio jugador ha expresado su deseo de cambiar de aires. Paul Pogba quiere marcharse del Manchester United y es uno de los objetivos de la entidad blanca. Pero en Concha Espina lo tienen claro: no desean un culebrón que dure todo el verano.
Tal y como informa Marca, la intención del Real Madrid es meridiana: atar la contratación del francés a corto plazo, en dos semanas. Que el jugador no tenga que incorporarse a la concentración del United a principios de julio y pueda estar a las órdenes de Zidane desde el kilómetro cero de la pretemporada. No será fácil.
Porque el Manchester United no va a poner demasiadas facilidades en la marcha de un jugador con el que pueden hacer caja. Las cantidades de las que se hablan son de, aproximadamente, 150 millones de euros. Un límite que difícilmente el Real Madrid querría cumplir, pero que podría verse reducido en las negociaciones o con la inclusión de otros futbolistas.
El tiempo no juega precisamente a favor de los blancos, que tienen dos semanas para cerrar la operación y se verán apretados por los ingleses, sabedores de que pueden forzar económicamente. Un pulso en el que Pogba también tiene algo que decir.
El galo surge como posible factor clave a la hora de que los blancos reciban una ayuda extra. La labor del jugador buscando una salida (en Inglaterra existe la herramienta del 'transfer request', por la que los futbolistas piden a sus clubes una venta) podría suponer, llegado el caso, un balón de oxígeno para un Real Madrid que se verá obligado a una contrarreloj de dos semanas para intentar otro movimiento galáctico.