Las zapatillas curvas Skechers que se presentaban como un atajo para lograr abdominales o perder peso sin esfuerzo, han resultado no ser tan efectivas y la marca se va a ver obligada a pagar 40 millones de dólares (unos 31,5 millones de euros) a los denunciantes, al no poder demostrar tales beneficiosos, tal como publica ABC.
Las zapatillas salieron al mercado bajo el lema "ponte en forma sin poner un pie en el gimnasio", pero resulta que Skechers sí ha tenido que poner un pie en el juzgado a la vez que niega que su publicidad fuera engañosa. La marca que tiene el contencioso con la Comisión Federal de Comercio de EE.UU. ha decidido pagar los 40 millones a los denunciantes en concepto de indemnización y compensación con la motivación de que no continúen con el proceso judicial.
"Aunque negamos con fuerza las alegaciones hechas en este proceso legal y esperábamos poder reivindicar nuestras posiciones en el tribunal, Skechers no podía ignorar los costes desorbitados y la interminable distracción de varios años que podían suponer múltiples procesos en múltiples tribunales en todo el país", indicó David Weinberg, directivo de la compañía y que recoge ABC.
Reebok también pagó
Este acuerdo judicial llega después del acordado el pasado año por Reebok, que pagó 25 millones de dólares (19,6 millones de euros) por las denuncias hacia sus zapatillas tonificantes, donde no pudieron comprobar tal efecto y también alegaron publicidad engañosa.