Las declaraciones de Geraldine Ferraro han conmocionado la carrera hacia la Casa Blanca en EEUU. ¿Puede ser una estrategia electoral para dar un vuelco a los comicios con vistas a la Convención de Denver?
La que fuera considerada por la revista People como la mujer peor vestida del panorama político de EEUU, Geraldine Ferrano, ha abandonado el cargo honorífico que ocupaba en la campaña de Hillary Clinton, tras la polémica generada por sus comentarios racistas sobre el senador de Illinois, Barack Obama.
Ferraro provocó un revuelo al atribuir el éxito del aspirante demócrata a la Casa Blanca a, nada más y nada menos que el color de su piel, en algo así como: "Si Obama fuera blanco, no estaría en esta posición". Pero, lo cierto es que han existido otras muchas declaraciones discriminatorias en la historia de las elecciones estadounidenses que bien han pasado desapercibidas. Sin ir más lejos y por poner un único ejemplo, el propio Chris Matthews declaró en la MSNBC no hace mucho tiempo que Hillary Clinton había ganado realmente su posición en el escenario nacional gracias a su marido Bill Clinton. Y no pasó nada. ¿A qué viene, entonces, este revoloteo anti-segregacionista?
Una estrategia controvertida
Si nos fijamos en las encuestas, podemos advertir que la propia senadora se ha convertido (muy a su pesar), en la candidata de las mujeres. Sin embargo, Obama ha conseguido que no lo encasillaran como el típico aspirante negro a la Casa Blanca. Todo lo contrario, su perfil aburguesado le ha acercado mucho más al ciudadano medio norteamericano, manteniendo además el voto fiel de los afroamericanos. ¿Pueden significar, entonces, estas declaraciones, una estrategia para dar un vuelco a los comicios y relacionar de una vez por todas al candidato afroamericano con el color de su piel?
Sea como fuere, lo cierto es que las declaraciones de Ferraro, en las que aseguraba que Obama "tiene mucha suerte de ser quien es", según el propio candidato, resultan de lo más "ridículas". Y es que, a día de hoy, en un país en el que por fin parecen haberse hecho avances en la raza y los derechos civiles, resulta extraño escuchar a una figura de alto perfil sostener públicamente que un político tuviera suerte de ser negro. Dios, ¿de modo que estoy en desventaja por no ser afroamericano en EEUU? Veremos qué repercusión tienen.