Es el creador del 'cambio', pero no se sabe nada sobre él. Jon Favreau, un joven estadounidense de apenas 27 años, es el jefe del equipo que escribe los discursos del candidato demócrata, Barack Obama. Un puesto que consiguió hace poco más de un año y con el que ha recuperado su ilusión por la política.
Recién licenciado en Ciencias Políticas en el College of Holly Cross de Worcester - Massachussets-, Favreau comenzó a trabajar en la comunicación del por aquel entonces senador John Kerry.
Fue en la Convención Demócrata de 2004 cuando conoció a Obama. El joven Favs, como se le conoce, tuvo que acercarse al senador por Illinois para decirle que debía cambiar una frase de su discurso: Kerry iba a decir lo mismo.
Era Obama
Tras la derrota de John Kerry en las elecciones de 2004, Favreau pensó que su camino en la política había terminado. Pero en aquella convención, además de a Obama conoció a Robert Gibbs, del equipo de comunicación. En 2007, y cuando estaba en el paro, el propio Gibbs se puso en contacto con él: ¿le interesaba formar parte del equipo del joven senador afroamericano?
A pesar de asegurarle que no tenía ninguna teoría sobre como escribir discursos, y de que el propio Obama no tenía problemas para elaborar él mismo sus textos, Favreau consiguió el puesto y se ganó la confianza del demócrata.
Desde entonces es el responsable de las palabras de Obama, una tarea para la que cuenta con el apoyo de otros dos jóvenes - Adam Frankel de 26 años y colaborador del autor de los discursos de John F. Kennedy y Ben Rhodes de 30, coautor de un informe sobre Irak y el 11-S. Su estilo, que Hillary Clinton ha calificado de poético, es inconfundible y muy pegado a las ideas del propio Obama.
Absorbido por la campaña
"Absorbí todo lo que Obama decía desde que me contrató", asegura Favs en una entrevista a The New York Times. "Ahora cuando me siento a escribir discurso conecto con los pensamientos del senador", agrega. También le ayuda leer mucho sobre el fallecido John F. Kennedy.
Actualmente, a menos de una semana para las elecciones, Favreau dedica gran parte de las horas del día a elaborar el discurso de final de campaña. Tantas que, hasta como el mismo ha reconocido, no tiene tiempo ni para mantener una relación de pareja.