Esta vez sí actuó con la rapidez y la firmeza que exigía el desafío. Apenas dos horas después de que se confirmara la resolución conjunta registrada en el Parlamento de Cataluña por Junts pel Sí y la CUP, para declarar el inicio del proceso de independencia, Mariano Rajoy convocaba a los medios de comunicación para asegurar que "el Gobierno que presido garantiza y garantizará que no van a lograr ninguno de sus objetivos, y que esta propuesta de resolución, en el caso de ser aprobada por el Parlamento de Cataluña, no surtirá ni uno solo de sus efectos".
En una declaración de urgencia en el Palacio de la Moncloa, el jefe del Gobierno calificaba de "provocación" la propuesta de los independentistas y advertía de que "el Estado no va a renunciar al uso de todos los mecanismos políticos y jurídicos que, en defensa de la soberanía del pueblo español y del interés general de España, le atribuyen la Constitución y las Leyes".
"Quienes quieran separar y dividir a Cataluña de España deben saber que no lo van a lograr, y no van a hacerlo porque van en contra de la mayoría de los catalanes y del conjunto de los españoles. Tienen enfrente a la Ley y a un Gobierno dispuesto a hacerla valer", añadía el presidente, quien cerró su alocución con "un mensaje de tranquilidad a todos los españoles y especialmente a los catalanes".
"Mientras yo sea el presidente del Gobierno, España seguirá siendo una nación de ciudadanos libres e iguales. La Justicia prevalecerá sobre la sinrazón y todos, repito, todos, estaremos sometidos a la Ley y a las resoluciones de los Tribunales", aseguró.
Aunque Rajoy no ha precisado cuales son esos "mecanismos políticos y jurídicos" a los que aludía, desde el Ejecutivo se confirma que entre "esos mecanismos no está excluido el artículo 155 de la Carta Magna, que alude a una posible suspensión de la autonomía.
De hecho, el Gobierno ha encargado informes a los Servicios Jurídicos del Estado para que analicen todas las posibles vías de actuación tras la resolución conjunta de Junts pel Sí y la CUP. Sin embargo, dejará primero la iniciativa a los grupos parlamentarios de Cataluña y el Partido Popular de Cataluña presentará un recurso de reconsideración ante la Mesa del Parlament, tras el texto acordado por los dos partidos independentistas.
Previamente a su comparecencia Rajoy recibió primero una llamada del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. y posteriormente telefoneó al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. Responsables de la Presidencia informaron de que los tres líderes políticos coincidieron en rechazar el desafío independentista y en que la resolución de Junts pel Sí y la CUP está fuera de la ley.
Albert Rivera pidió también a Rajoy, que le "mantenga informado de cualquier acción que se lleve a cabo en Cataluña". Previamente, el dirigente catalán había escrito en su perfil de Twitter que "la declaración separatista de Mas, ERC-CUP es un desafío a la democracia y a la convivencia", por lo que "pedimos al Gobierno que la recurra ante el Tribunal Constitucional".
En la misma línea, el líder socialista Pedro Sánchez declaró a los medios de comunicación que ante este hecho "gravísimo y antidemocrático" llevado a cabo por los que quieren "situar a Cataluña fuera de la realidad", ha acordado con mariano Rajoy mantener un canal de comunicación abierto a lo largo de los próximos días.