El Pleno de la Sala Civil del Supremo ha estimado este miércoles el recurso de Don Juan Carlos de Borbón, y desestimado el de la ciudadana belga Ingrid Jeanne Sartiau, contra el auto de admisión a trámite de la demanda de paternidad de esta última contra el primero.
En consecuencia, dejando sin efecto dicho auto, se acuerda no admitir a trámite dicha demanda de paternidad. La decisión se ha adoptado por 7 votos a 3.
Tres magistrados han anunciado voto particular, entre ellos el hasta ahora ponente del caso, José Ramón Ferrándiz, por lo que el presidente de la Sala ha encargado la ponencia al siguiente magistrado en antigüedad, José Antonio Seijas.
Así pues, en la misma deliberación los magistrados han rechazado el recurso que presentó la propia Sartiau contra el auto de admisión de la demanda, que no acogía la totalidad de sus pretensiones.
De este modo el Supremo acoge escrito por el que la Fiscalía se oponía a la continuación de la causa y a la realización al Rey Juan Carlos de una prueba de ADN solicitada por la demandante. La Fiscalía del Supremo incidía en los mismos argumentos que ya expuso para oponerse a la tramitación de este procedimiento, al entender que no debe ir más allá porque no se acompaña del principio de prueba que establece el artículo 767.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Según esta norma, "en ningún caso se admitirá la demanda sobre determinación o impugnación de la filiación si con ella no se presenta un principio de prueba de los hechos en que se funde", y este es el caso que se da en la petición de Sartiau según el Ministerio Público.
A mediados del pasado mes de enero la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo admitió a trámite la demanda al entender que concurrían los requisitos legales para ello, tras celebrar una reunión que se prolongó durante cuatro horas.
Esta decisión, que no se materializó en un auto hasta el pasado 4 de febrero, fue recurrida por los abogados de Don Juan Carlos, que solicitaban el archivo definitivo del asunto. El alto tribunal había desestimado anteriormente otra demanda similar contra Juan Carlos de Borbón presentada por el catalán Alberto Solá, que aseguraba ser el primogénito de don Juan Carlos, y se acompañaba de una prueba de ADN con una "fiabilidad superior al 99,9 por ciento" que no fue considerada como tal.