MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
La Sala II del Tribunal Supremo ha confirmado la pena de 20 años de cárcel para el intermediario del secuestro que sufrieron durante un mes dos ciudadanos españoles, Concepción Marlaska, prima del juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, y su pareja, Ángel Sánchez, en Colombia en 2013.
Las víctimas viajaron desde Avilés (Asturias) a Colombia para hacer turismo. El condenado, el sirio Louay Almoalen, gestionó en España el cobro del rescate a un familiar de los secuestrados.
El Supremo rechaza su recurso contra la sentencia de la Audiencia Nacional que le condenó al subrayar que en los secuestros responde como coautor quien, aun no habiendo intervenido en la privación de libertad, asume con posterioridad las funciones de gestionar la recepción del rescate en connivencia con los autores materiales del rescate.
La Sección Cuarta de la Audiencia Nacional había condenado a Almoalen a una pena de veinte años y dos días de prisión el pasado 21 de abril, como culpable de dos delitos de secuestro.
Esa misma sentencia establecía la absolución del otro encausado, Juan José Benito Manjares, porque pese a haber un "cúmulo de sospechas" que apuntaban hacia su culpabilidad, puesto que las sospechas, por muchas que sean, nunca pueden fundamentar una sentencia condenatoria".
Tanto Almoalen como Manjares reconocieron haber participado en la recepción del rescate pactado entre los captores colombianos y la familia de los secuestrados de 53.500 euros, con la intermediación de una persona residente en el Líbano. Sin embargo, ambos insistieron en que desconocían que ese dinero estaba destinado al pago del rescate de un secuestro.
La condena se basaba en el hallazgo en su domicilio de los 53.000 euros del rescate que Almoalen explicó como proveniente de la venta de unos camiones y que los jueces relacionan directamente con el rescate de los dos españoles.
Según el relato de hechos probados, la pareja se encontraba de viaje turístico por Colombia cuando fue secuestrada, situación en la que permanecieron durante un mes. Su vehículo de alquiler fue encontrado por indígenas wayús con una ventanilla rota. Los secuestradores les encañonaron con armas de fuego y les hicieron creer que su captura era responsabilidad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
(SERVIMEDIA)
12-NOV-15
SGR/gja