La Guardia Civil cifra en 602 los migrantes subsaharianos que han logrado acceder a Ceuta esta mañana tras un salto masivo y muy violento a la valla fronteriza que separa la ciudad española de Marruecos. Un total de once migrantes y cuatro guardias civiles han sido trasladados con heridas de diversa gravedad al Hospital Universitario de Ceuta.
Según han informado a EFE fuentes de la Guardia Civil, el salto se ha producido sobre las 7:00 horas en la zona fronteriza próxima a la Finca Berrocal, donde existe una mayor facilidad para llegar hasta el perímetro debido a áreas ciegas donde las cámaras no llegan a detectar a los inmigrantes.
Durante algo más de una hora, los agentes marroquíes y los guardias civiles han intentado contener el asalto, aunque finalmente unos 602 personas han logrado entrar en Ceuta por la fuerza.
22 agentes de la Guardia Civil presentan heridas de diversa consideración y cinco han tenido que ser trasladados al Hospital Universitario de Ceuta, informa EFE al ser alcanzados con cal viva, al menos uno de ellos en los ojos. Asimismo, 11 inmigrantes han resultado heridos de diversa consideración presentando cortes, magulladoras y golpes. En esta ocasión el salto ha sido diferente, testigos de los hechos, que han señalado la violencia "inusitada" con la que han actuado los subsaharianos.
Los migrantes que lograron acceder a Ceuta se dispersaron a la carrera y se dirigieron al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde ya se había desplazado efectivos de la Cruz Roja para atenderlos.
Hacía meses que no se producía una entrada masiva por el perímetro fronterizo y la principal vía de acceso a Ceuta desde Marruecos para los inmigrantes era la marítima.
Violencia y radiales para llegar a España
En un primer momento el instituto armado cifraba el número de migrantes que había accedido a España de manera ilegal entre 400 y 600. Finalmente, han comunicado que 602 personas han llegado a España a través de la frontera de manera ilegal. Los subsaharianos han saltado la valla fronteriza de Ceuta haciendo uso de una "violencia inusitada sin precedentes", según han denunciado fuentes policiales que han elevado a 22 el número de funcionarios de la Benemérita con heridas de diversa consideración.
Según las mismas fuentes, cuya versión ha sido corroborada a Europa Press por personas que han atendido a los heridos, los migrantes han utilizado "cal viva,orines, heces y desodorantes a modo de lanzallamas" contra las Fuerzas de Seguridad para intentar acceder a territorio español. Además han tratado de abrir el perímetro de la valla con cizallas, sierras radiales a baterías y otros elementos cortantes.
El Equipo de Respuesta Inmediata ante Emergencias (ERIE) de Inmigración de la Cruz Roja había atendido a 132 foráneos a primera hora de esta mañana, 30 de ellos con heridas, de los que 11 han sido trasladados al Hospital Universitario, así cinco de los 22 guardias civiles heridos que presentaban quemaduras de gravedad por cal y problemas respiratorios. Al menos uno de los guardias ha recibido el ataque con la sustancia abrasiva en la cama y tiene afectada la zona de los ojos.
Fuentes policiales han explicado que los agentes del Instituto Armado han sufrido "golpes, heridas y quemaduras" por el uso por parte de los migrantes de una "violencia nunca vista"
El AEGC pide que no se retiren las concertinas
La frontera de Ceuta y Melilla se mantienen coronadas por cuchillas, son las polémicas concertinas que el Ministerio del Interior está estudiando sustituir por elementos defensivos que causen menos daños.
Desde la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), pìden al Gobierno que "dejen de improvisar en este tema" y no las retiren porque debilitarían el perímetro y dificultarían la labor de los guardias civiles desplegados en las fronteras. "Para la AEGC ya es hora de dar soluciones en las que no sólo se tengan en cuenta los derechos de unos y se olviden de los derechos de la otra parte, los guardias civiles, que son los que de verdad se arriesgan en cada asalto a la valla fronteriza", han remarcado.
Además se quejan de la falta de recursos y aseguran que los migrantes ya no se mueven por impulsos sino que son "ataques estudiados" y mucho más violentos que además son controlados por una "plantilla que se ha visto reducida". Aseguran que el Ministerio del Interior y el Gobierno "deben ser conscientes que sin concertinas nadie les podrá hacer frente y las consecuencias las pagaran los guardias y la Ciudad de Ceuta".