El escultor Enrique Tenreiro ha pintado este miércoles sobre la tumba del dictador Francisco Franco en el Valle de los Caídos una paloma con pintura roja, en lo que ha descrito como una "acción protesta" en un mensaje en Twitter. Una acción que ha acabado con su detención por parte de la Guardia Civil y por la que se enfrenta a un delito de daños con un posible agravante de delito de odio.
En la grabación difundida por el fotógrafo Pedro Armestre se observa como Tenreiro, que ha hecho otras 'perfomances' en el pasado, se sitúa frente a la lápida y tras apartar las flores sobre la tumba de Franco dibuja con pintura roja una paloma de la paz con el lema 'Por la libertad'.
A los pocos segundos, Tenreiro ha sido retenido por miembros de la seguridad del recinto y abucheado por una veintena de personas que habían acudido a la basílica. Mientras uno de los vigilantes le sujetaba, el escultor ha gritado "por la libertad y la reconciliación de los españoles, para que no haya ningún bando vencido". Tras ser reprendido por los visitantes, el hombre ha respondido: "No estoy en contra de la unidad de España, pero Franco mató a muchísima gente".
Posteriormente, se ha depositado una sábana blanca sobre la tumba del dictador para tapar el mensaje. Fuentes de Patrimonio Nacional han precisado que el hombre había introducido la pintura en la basílica en un recipiente de plástico que no puede detectarse por los sistemas de seguridad existentes.
"Hago locuras, pero no estoy loco"
Tenreiro, de 49 años, tiene formación en técnicas de escultura y entre 1999 y 2004 estuvo enrolado en la escuela Pablo Picasso de escultura de A Coruña, aunque la mayoría de material en su página web corresponde a distintas performances que ha venido realizando los últimos años.
"Hago locuras, pero eso no quiere decir que este loco. Es por provocar y para homenajear a Duchamp", aseguró Tenreiro en una entrevista en La Voz de Galicia en 2016. Entonces una de sus acciones para criticar el despilfarro de la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela saltó a los medios regionales.
Tenreiro paseó por la plaza de María Pita a pecho descubierto y con una gran cruz a sus espaldas, simbolizando el calvario. Con esta acción el creador quiso denunciar "la cruz" que supone la Ciudad de la Cultura "para la cultura en Galicia". Ese mismo año en otra 'performance' en el centro de Nueva York sacó una toalla y un bañador y se tumbó sobre el asfalto.
En varias de sus esculturas y acciones Tenreiro critica el papel de la monarquía, y se refiere a los Borbones como bombones. En su página web se puede visualizar las performances 'Demasiados bombones para este régimen" y 'La Corona de los Bombones por los suelos'.
El escultor proviene de una saga de artistas, entre los que destacan Antonio Tenreiro (1923-2006), uno de los grandes artistas contemporáneos gallegos y Jaime Tenreiro (1955-2018), que destacó como artista de vanguardia.