El tribunal que juzga a dirigentes del PSE, de la izquierda abertzale y a Juan José Ibarretxe hará público el próximo lunes si suspende o no el juicio, tal y como han reclamado la Fiscal Superior de la CAV y las defensas de los dirigentes del PSE y de la izquierda abertzale. La defensa de Ibarretxe ha renunciado a pedir la suspensión del juicio y buscará la absolución.
"Queremos demostrar que la actuación de todos fue legítima. Queremos ganar por razones jurídicas y materiales y porque nos asiste la razón". Así de contundente se ha mostrado la defensa de Ibarretxe, que dando un giro en su argumentación ha retirado la cuestión previa y quiere que se celebre la vista oral.
Ésta ha sido una de las claves del juicio que mantiene sentado en el banquillo de los acusados al lehendakari, Juan José Ibarretxe, al secretario general del PSE-EE , Patxi López, y a su portavoz Rodolfo Ares. Deberán responder en un juicio oral ante su reunión con Batasuna en 2006 y 2007. Las acusaciones de los imputados en el caso provienen de Manos Limpias y del Foro de Ermua quienes han solicitado la imparcialidad de los jueces.
Algunos de los presentes en la sala señalan que la imagen del banquillo de los acusados donde se encuentran los candidatos a la Lekandariza es "dura". Y es que es la primera vez que los máximos cabezas de la política en el País Vasco se sienta en los banquillos.
El giro de la defensa de Ibarretxe
Precisamente la defensa del lehendakari ha dado la campanada en el juicio al socilitar que se celebre la vista previa y no se retire la cuestión previa, argumento no seguido por el resto de los imputados. Pedimos una sentencia que nos dé la razón", manifestó el abogado de Ibarretxe durante la sesión.
"Queremos demostrar que la actuación de todos fue legítima. Queremos ganar por razones jurídicas y materiales y porque nos asiste la razón. Frente al diálogo no puede haber cárcel, sino frente al diálogo, diálogo, ha señalado la defensa de Ibarretxe durante el juicio.
Otro de los banquillos, el que acoge a los integrantes de la ilegalizada Batasuna encabezada por Arnaldo Otegi, acapara la atención de los medios que siguen el juicio desde una sala anexa. Por su parte la defensa de Batasuna ha esgrimido "indefensión de sus defendidos". Los cuatro permanecen en las cárceles españolas por diferentes delitos relacionados con la banda terrorista ETA y su traslado a las prisiones vascas ha sido reciente "por lo que no hemos podido prepararnos correctamente", ha señalado la defensa.
El juicio en principio terminará este mes a pesar de que "faltan pruebas", ha señalado el juez. De hecho, las declaraciones por escrito del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba y el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, no han llegado. La fecha fijada para su recepción son el 20 de enero.
Ambiente de la sala
El ambiente fuera del palacio de justicia ha sido más frio de lo esperado y sólo unos 200 simpatizantes han acudido a apoyar a los acusados. El lehendakari ha sido el primero de los ocho acusados en llegar al palacio de justicia de Bilbao, cuarenta minutos antes de la hora del inicio del juicio contra Ibarretxe, los socialistas López y Ares y cinco dirigentes de Batasuna por las reuniones que mantuvieron en 2006 y 2007.
El lehendakari ha recorrido, a las 8:50 de la mañana, los cincuenta metros que separan al palacio judicial de la sede central del PNV, la Sabin Etxea, acompañado por un centenar de dirigentes y militantes de su partido y de Eusko Alkartasuna. Minutos después ha hecho su entrada Patxi López quien ha saludado he intercambiado algunas palabras con Ibarretxe. El lehendakari ha recibido también coordialmente a Arnaldo Otegi con el que ha estado dialogando.
Entre sus acompañantes figuraban su esposa, Begoña Arregi, y su hija Eneritz, el ex lehendakari José Antonio Ardanza, los consejeros del Gobierno Vasco Joseba Azkarraga y Xabier Balza y los diputados generales de Vizcaya y Álava, José Luis Bilbao y Xabier Agirre, respectivamente.
En el exterior se han quedado, entre otros, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, quien no puede asistir al juicio por estar citado como testigo.
Patxi López: 'El juicio quedará en nada'
El socialista Patxi López, que ha llegado a las 09.15 horas se ha mostrado "absolutamente convencido" de que el juicio "quedará absolutamente en nada" porque "no habrá ningún tribunal que diga que la política no tiene que servir para avanzar en el camino de la paz y para resolver nuestros problemas". Ha dicho encarar el juicio "con naturalidad y tranquilidad" y convencido de que se llegará al final del proceso "sin ningún cargo, porque no hay nada punible en nuestra actuación".
"No hemos cometido ningún delito, sino al contrario, cumplimos con nuestra obligación porque cualquier político tiene la obligación, cuando hay una oportunidad para conseguir la paz, como creíamos que existía entonces, de intentarlo", ha subrayado.
Arnaldo Otegi ha considerado que este procedimiento "quiere transmitir que hablar, que dialogar, que buscar soluciones y no culpables es algo perseguible en el Estado español".
"Va a ser el único caso en Europa en el que los interlocutores de un proceso de negociación van a ser sentados en el banquillo por buscar soluciones y no culpables", ha señalado Otegi y ha añadido que el juicio "va a sentar en el banquillo a la naturaleza antidemocrática del Estado español".
El Foro de Ermua también ha querido estar presente en el juicio y sus representantes han recibido una sonora pitada por parte de los simpatizantes de la izquierda abertzale eincluso uno de sus miembros, Ricardo Benedí, cuya empresa, 'Elecqui', esta bajo un expediente de regulación de empleo, fue recibido con carteles de "ladrón".
Circo judicial
También han criticado este juicio Eusko Alkartasuna, que lo ha calificado de "esperpéntico e intolerable", y Ezker Batua, que lo ha catalogado como una "penosa escenificación de un circo judicial".
Por su parte, el portavoz del PP vasco, Leopoldo Barreda, ha afirmado que el juicio es "consecuencia de una política de negociación que supuso la legitimación de ETA" y ha añadido: "El juicio determinará si hubo o no delito. El error político es manifiesto para todos".
El ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi -también encausado- ha dicho que el juicio persigue "criminalizar el diálogo" porque hay sectores que lo consideran una "derrota" del Estado.