Theresa May, primera ministra de Reino Unido, ha concedido a Windsor, Maidenhead y Ascot la primera entrevista en la que ha aceptado preguntas de índole personal. La británica, que llegó al Número 10 el pasado 11 de julio, está a punto de cumplir 50 días en el gobierno. En unas declaraciones un tanto polémicas, que han dado pie a que la oposición la critique por ciertos "aires de grandeza", May se ha comparado con la reina Isabel I y ha asegurado que cree en la vida más allá de la muerte.
Mientras se deshacía en elogios hacia la Casa Real por "beneficiar enormemente a Reino Unido", Theresa May se identificó con la reina Isabel I: "Era una mujer que conocía su propia mente y logró sobreponerse en un ambiente masculino". "Sé que tengo el cuerpo débil de una mujer, pero tengo el estómago de un rey", continuó diciendo la primera ministra.
También tiene un lema vital que viene al hilo de su carácter fuerte: "No dejes que los bastardos te hundan", una frase que se hizo célebre en la Segunda Guerra Mundial en boca de los oficiales ingleses de inteligencia.
Habló sobre su libro favorito (Orgullo y prejuicio, de Jane Austen), sobre sus defectos ("llegar siempre tarde"), sobre lo que no le gusta (su nariz), sobre lo que le da miedo ("las serpientes, como a Indiana Jones"), sobre el día más feliz de su vida (la boda con su marido), sobre qué y quién es el amor de su vida ("Qué, los zapatos. Quién, mi marido")...