Europa sigue afrontando retos ante la ola nacionalista que arrasa en el viejo continente. La última se ha vivido en la región alemana de Baviera, donde el Tribunal Constitucional ha rechaza la petición del grupo independentista Partido de Baviera de celebrar un referéndum secesionista en este land.
El máximo órgano judicial en Alemania desestima de esta manera la consulta sobre el que es el segundo estado más poblado del país y posiblemente la región más conocida internacionalmente.
Argumenta que ningún land tiene derecho a celebrar un referéndum de independencia que excluya al resto del país, porque su secesión vulneraría la Ley Fundamental de Alemania. Un razonamiento muy similar al que se ha utilizado en otros países de Europa como España con Cataluña.
"En la República Federal de Alemania como Estado nacional la soberanía recae en el pueblo alemán, por lo que estados federados no son los dueños de la Constitución... No hay espacio en la Constitución para que estados individuales intenten su separación; esto viola el orden constitucional", comentan desde la máxima instancia.
Pese al rechazo y a la escasa participación que tiene en el parlamento regional (en las últimas elecciones solo consiguió el 2,1% de los votos), el Partido de Baviera se niega a darse por vencido y asegura que "la lucha por la independencia de Baviera no será decidida por un tribunal, sino más bien por la voluntad de los bávaros", comenta su líder Florian Weber.
Baviera, cuya capital pertenece a Múnich, es la región que representa una quinta parte del país y lugar que más proyecta al exterior la imagen de Alemania. Tras unificarse al país en el siglo XIX perteneció a este hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando se alzaron voces en favor a la independencia. Sin embargo decidió renovar votos con la República Federal de Alemania y el carácter independentista desapareció.
Ahora, al igual que en otros territorios europeos, el sentimiento nacionalista vuelve a brotar tratando de distanciarse del resto de sus vecinos alemanes.