Luis Enrique está a un paso de ser entrenador del Barça. Mejor dicho, está a falta de dos jornadas para ser entrenador del Barça. En cuanto la Liga termine, la lógica dice que Martino dejará el club y que el asturiano será nombrado oficialmente preparador del equipo culé. La reunión entre Zubizarreta y el propio 'Lucho' en su casa para negociar los primeros detalles del fichaje no han hecho más que confirmar las informaciones filtradas al respecto.
Así pues, y salvo sorpresa, el asturiano le habrá ganado la partida a Ernesto Valverde como futuro técnico blaugrana, pese a que era el favorito de un Zubi que se ha visto forzado a elegir a Luis Enrique por la negativa del 'Txinguirri' a traicionar al Athletic.
Un camino despejado que hará que el Barça vuelva a la esencia de un técnico de la casa (se marchó del Barça B en 2011 para entrenar a la Roma), pero que deja en el camino un puñado de dudas.
Porque, aunque Luis Enrique es el hombre que más gusta entre los aficionados, lo cierto es que no todo está a su favor. Estos son los pecados y las ventajas de ver al mítico ex 21 culé sentado en el banquillo del Camp Nou.
VENTAJAS
1.- Un técnico de carácter
Si algo gusta de Luis Enrique entre los directivos del Barça es su carácter definido y exigente a la vez que flexible y cercano a los jugadores, algo que Martino nunca relejó, toda vez que el argentino siempre se mostró demasiado displicente con sus futbolistas y nunca logró imponerse a ellos.
Su frase sobre el respeto con el que los dirigía ("Entreno a estos jugadores desde la admiración") se ha terminado convirtiendo en un lastre para él y su imagen, toda vez que en la Ciudad Condal se entiende que los futbolistas han cogido el mando del vestuario por encima de la autoridad del técnico. El desplante de Alexis en la previa de la final de Copa o el de Tello el pasado sábado son la muestra.
Gestos que, según el Barça, nunca ocurrirían con un Luis Enrique que ya en sus tiempos de jugador se caracterizaba por ser un hombre duro, una de las vacas sagradas más respetadas por el resto de compañeros y por los propios técnicos que le dirigieron.
2.- Juego culé
Luis Enrique es un hombre que conoce a la perfección la filosofía de juego del Barça y que, de hecho, la ha fomentado desde las categorías inferiores, cuando se hizo cargo de un Barça B bajo cuyas órdenes logró ascender de Segunda B a Segunda División.
El asturiano cogió las riendas del filial antes dirigido Guardiola y perpetuó sus ideas incluyendo algunas de cosecha propia, como un fútbol algo más directo y una circulación del balón más rápida. Ahora en el Celta ha tratado de imponer el mismo criterio pese a las limitaciones de los vigueses, algo que ha logrado a base de insistencia y de persuasión.
3.- Conocimiento de la cantera
Para el Barça es clave el conocimiento que tiene el asturiano de la cantera, ya no sólo para los años venideros, sino para la reforma que tendrá que acometer el equipo blaugrana este mismo verano.
Teniendo en cuenta que tendrá que realizarse un importante desembolso económico, el club pretende que ciertos puestos sean cubiertos con chicos de la casa o jugadores repescados antes que gastarse elevadas sumas en jugadores que quizá no se adapten a la idiosincrasia del Camp Nou.
4- Un reclamo contra el Real Madrid
Luis Enrique es un ídolo en Barcelona. Lo es por lo que aportó al Barça y por lo que quitó al Real Madrid. El asturiano fichó por la entidad blaugrana en 1996 y, desde entonces, se convirtió en un hombre odiado por la afición del Bernabéu. Él no sólo no rehuyó este rol, sino que lo adoptó y espoleo para su beneficio. Esta imagen y su fama son puntos a su favor para ilusionar al barcelonismo tras un año complicado.
DESVENTAJAS
1.- Batacazo en la Roma
Es su principal lastre. Luis Enrique dejó el Barça en 2011 para fichar por la Roma. El técnico llegó a la capital italiana como hombre llamado a llevar al club capitolino a lo más alto de la tabla. No sólo no lo consiguió, sino que sus resultados fueron discretos.
El asturiano trató de imponer parte de los métodos que había desarrollado en La Masía, pero semejante revolución no cuajó en un 'Calcio' aún inmaduro para el cambio de mentalidad. Fue destituido a mitad de temporada sin que su paso por el país transalpino se recuerde con especial alegría.
2.- Problemas con las estrellas
Luis Enrique es una estrella. Y las estrellas suelen tener problemas con otras estrellas, más si cabe si el carácter de ambas es especialmente enérgico. Fue lo que le sucedió con Totti.
Aunque en los últimos días el entorno culé ha insistido en desmentir malos rollos entre 'Il Capitano' de la Roma y el futurible técnico blaugrana, lo cierto es que ambos chocaron en más de una ocasión, especialmente cuando 'Lucho' trató de dejar al 10 romano en el banquillo en algún partido, algo demasiado arriesgado tratándose de una figura como él.
En Barcelona podría tener que lidiar con situaciones similares, especialmente con pesos pesados ya en el ocaso de su carrera como, por ejemplo, con Xavi Hernández o incluso con un Messi al que tendrá que dosificar después de un año de Mundial.
3.- Demasiado enérgico
Aunque Luis Enrique ya no es el que era como futbolista, lo cierto es que su carácter sigue siendo enérgico de cara a la opinión pública. El 'Lucho' jugador no se cortaba la lengua ante los medios en las escasas ocasiones en las que hablaba.
Su versión como técnico es más pausada, pero también impulsiva, algo que no ha sentado demasiado bien en el Camp Nou en los últimos tiempos, donde la templanza de Guardiola, por ejemplo, fue sinónimo de tranquilidad deportiva y, con ella, de un buen puñado de éxitos deportivos.