
Valladolid, 24 sep (EFE).- El entrenador del Granada, Diego Martínez, ha indicado este martes, tras el empate ante el Real Valladolid, que fue un partido "exigente y difícil" y, por tanto, ese punto "ha costado mucho", y que pone los pies en la tierra de lo que es Primera división.
"Ha sido un mal inicio de partido, con resbalones e imprecisiones que hicieron perder confianza en el juego y en esa fase nos marcan gol, pero somos capaces de rehacernos, con mejores circulaciones de balón y, a pesar de seguir sin precisión en los centros, logramos empatar", ha desarrollado el técnico del cuadro nazarí.
En su opinión, ya en la segunda mitad, buscaron "entre líneas y el uno para uno", pero "costaba mucho llegar al área y el juego estaba muy igualado", ha añadido, al tiempo que ha mostrado su satisfacción por la entrega de sus jugadores "que han vuelto a ser competitivos dos días después del anterior partido".
"Tuvimos nuestras opciones en un campo muy complicado, con jugadores con poca experiencia, que se van incorporando a la causa porque se lo merecen, y por eso, cada punto lo saborearemos y lo celebraremos, porque esto es Primera y es complicado sumar", ha añadido.
Así, se queda con la "reacción" de su equipo tras recibir el gol y tras un mal inicio de encuentro y "la fuerza mental", que ha demostrado la plantilla "ante un rival que podía hacer daño en cualquier momento", ha concluido.
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