
El Real Madrid sigue viviendo su particular teoría 'cristianocéntrica': todo gira en torno al luso. Una fuerza de gravedad que empieza a ser contrarrestada por el nuevo astro madridista. Mourinho quiere reclamar para sí parte de la atención mediática de sus futbolistas. Una tarea de descarga que, precisamente, ha comenzado a ejercer usando a CR7 como excusa. También ha afirmado que Iniesta no merece el Balón de Oro.
Las patadas que sufre el ariete, lesionado tras una fuerte entrada en el último duelo ante el Mallorca, están siendo el debate al que se aferra el técnico como forma de reclamar atención. Y lo está consiguiendo.
"Miren, Cristiano no tiene cultura de piscina, es un jugador de formación británica, formación Ferguson", explica Mourinho en una entrevista concedida al Diario AS. Para el compatriota del megacrack, hablar de un jugador teatrero es ridículo.
"No es un simulador. A Cristiano le pegan muy fuerte los rivales y veo que las tarjegas amarillas tarden mucho en llegar", se queja el ariete.
Entre tanto, algunas voces comienzan a reclamar que el internacional cambie su forma de jugar, que suelte antes la bola para evitar que pueda ser acosado por los contrarios.
El rendimiento del fichaje estrella del Real Madrid está siendo algo bajo en los últimos duelos.
Las crónicas hablan de cierta ansiedad y aceleración en su estilo. Mourinho rechaza hablar de ansiedad porque "para mí eso se llama tener sangre caliente durante un partido. Si pudiera escoger en mi equipo, quiero al menos tres con sangre caliente, tres de sangre a su temperatura y el resto con sangre fría", reflexiona.
El entrenador no duda del rendimiento de Cristiano. "Nunca lo haré. Su sentido de la responsabilidad le hace pensar sólo en ganar", concluye.