José Antonio Camacho ya no es entrenador de Osasuna. Su problema: los malos resultados del equipo navarro y ser un ferviente seguidor de la Selección Española. El ex entrenador pamplonica cree que su efervescente alegría durante las retransmisiones de Sudáfrica han tenido mucho peso en su despido. Eso y ser madridista. Todo, unido a la caída libre de los navarros provocaron un creciente malestar que podría haber presionado a la directiva local para ejecutar su destitución. El sustituto de Camacho será José Luis Mendilibar
Nada de esto habría ocurrido de haberse conseguidos los números que Camacho había sumado durante sus primeras temporadas como técnico de Osasuna. Del riesgo gravísimo de descenso se pasó a una cómoda salvación que también se logró la temporada siguiente. No había excusas para un posible despido. Hasta ahora.
La reciente mala racha como local (seis puntos de quince posibles) ha acelerado un camino que parecía inevitable.
Camacho ha sido puesto en la calle pese a que hasta este domingo Osasuna no había entrado todavía en descenso, pese a que la entidad está a sólo tres puntos de la zona media de la tabla.
"Son decisiones de junta directiva y no nos compete. Siempre he estado involucrado desde el primer minuto hasta el último", se justificaba el entrenador.
"Entiendo a todo el mundo, pero soy contrario a los insultos. La grada es soberana, aunque para eso nunca se está preparado", se excusó el presidente de la entidad, Patxi Izco al comunicar una decisión en la que el temor a una explosión por parte de un sector de la grada ha pesado y mucho.
Historia de un divorcio
Semejante teoría tiene una base de sencilla solidez. Basta con visionar cualquier partido de Osasuna en casa para comprobar como, regularmente, un sector de la grada dedicaba cánticos ofensivos a su técnico. El culmen llegó con la visita del Real Madrid al Reyno de Navarra hace tres semanas
"Vete con ellos, Camacho vete con ellos, vete con ellos, Camacho vete con ellos", le gritaban los Indar Gorri, el grupo radical que se ubica en uno de los fondos del estadio rojillo.
Estos aficionados ultras son famosos por su marcado nacionalismo radical. Entre otras, habitualmente portan pancartas a favor del acercamiento de los presos etarras al País Vasco, las conocidas enseñas de 'Euskal presoak'.
Con semejante currículum no es de extrañar que nunca aceptaran la presencia en el banquillo de un 'intruso español' como Camacho, orgulloso por su pasado madridista, orgulloso por haber sido internacional con 'La Roja' y orgullos por haberse ocupado del banquillo del combinado nacional.
El divorcio fue instantáneo. Durante sus primeras jornadas de entrenamiento en Tajonar en 2008 (la ciudad deportiva de Osasuna), el de Cieza tuvo que soportar algún que otro improperio y pintadas poco gratificantes.
Sin embargo, los resultados del equipo fueron más que buenos.
"Iniesta de mi vida": el principio del fin
"Camacho Kanpora [Camacho fuera]", llegó a leerse en los muros del estadio pamplonica días después de que Iniesta le diera a España el Mundial de Sudáfrica. Fueron los días en los que el "Iniesta de mi vida" de Camacho en Telecinco, durante la narración de aquel duelo ante Holanda, dio la vuelta a España.
Se gestaba el principio de un fin anunciado. Camacho ya no es técnico de Osasuna.